La incansable lucha de una periodista para abrirnos los ojos sobre la crisis de violencia sexual y de género en el Perú.
Teresina Muñoz-Nájar es una reconocida periodista arequipeña. Trabajó por muchos años en la revista Caretas, ha publicado diversos volúmenes sobre gastronomía, personajes históricos y cuentos infantiles. Libros gratos de lectura amable, digamos. Sin embargo, en los últimos tiempos su producción bibliográfica ha tomado un giro distinto, hacia temas complicados, dolorosos, de los cuales se prefiere no hablar o no se sabe cómo hacerlo.
Teresina ahora investiga, escribe y publica sobre la violencia sexual y de género.
Esa dificultad para hablar de estos asuntos es inversamente proporcional a la necesidad de hacerlo, como nos lo recuerdan diariamente las noticias terribles que vemos en la televisión, las inquietantes estadísticas que comparten los especialistas y la indolencia que percibimos de muchas de nuestras autoridades. Estamos hablando de feminicidio, abuso sexual a menores de edad, embarazo infantil y otros horrores similares.
Teresina asumió la tarea de investigación y divulgación de estas problemáticas a raíz de un suceso cercano: el feminicidio en Arequipa de Simona Estelita Quispe a manos de su expareja. Simona trabajaba por años en la casa de la hermana de Teresina y esto hizo que la periodista siguiera al detalle el caso desde el primer momento.
A raíz de este investigó la problemática a profundidad y publicó un primer título al respecto, Morir de amor. Un reportaje sobre el feminicidio en el Perú (Random House, 2017). El libro investiga distintos casos, lo que da pie para revisar estadísticas, reseñar informes y entrevistar a expertos. Es un trabajo esencial para cualquier persona interesada en entender la crisis de violencia de género que se vive en el país.
En la introducción del libro, Teresina señala: “El feminicidio de Simona Estelita Quispe no solo le dio un giro a la vida de su familia y a la de mi hermana Aurora (con quien trabajó más de veinte años), sino también a la mía. Me tocó profundamente. Tal vez se cumplió conmigo aquella premisa que señala que mientras uno no experimenta en carne propia una fatalidad no es capaz de entenderla en toda su magnitud. Tal vez”. Conversando ayer con Teresina sobre esto, ella me cuenta: “Desde que mataron a Simona me he involucrado totalmente con el tema de la violencia contra los niños. niñas, adolescentes y mujeres. Es la forma que he encontrado para hacer activismo y seguir haciendo periodismo (de la vieja escuela)”.
Fue a raíz de la lectura de Morir de amor que convoqué a Teresina para trabajar en la Comisión Investigadora de Abusos Sexuales a Menores de Edad en Organizaciones en el Congreso de la República, donde se inquirió, entre otros, el llamado ‘Caso Sodalicio’. Fue más de un año de trabajo con un equipo multidisciplinario de abogados, psicólogos y periodistas. El informe final de esa comisión cuenta con 1.500 páginas y 260 recomendaciones a las entidades públicas y privadas de cómo prevenir y sancionar estos horrendos crímenes. A raíz de esa experiencia, la periodista escribió un segundo libro: A quién le importa. Tres casos de violencia sexual contra menores de edad (Aguilar, 2019), donde reflexiona sobre la problemática y profundiza en sucesos investigados por la comisión: uno en un colegio privado de Lima, otro en los scouts, y un tercero que involucra colegios públicos en Condorcanqui, Amazonas.
En la introducción del libro, Teresina señala: “La vulnerabilidad de la infancia y la adolescencia, como la crueldad con que los adultos, haciendo uso y abuso de su poder, destruyen cuerpos, mentes y biografías, atraviesa todos los estratos sociales, pero repercute con mayor ferocidad en los más pobres, donde la justicia está tan lejos como un plato de comida en sus mesas, y los depredadores sexuales, disfrazados de profesores y cuidadores, tan cerca; donde las niñas deben cargar los embarazos de sus violadores si es que antes no se suicidan; y donde los adolescentes, a partir de los 12 años, comienzan a tener infecciones de transmisión sexual y los jóvenes de 20 se mueren de sida. Este libro es apenas un minúsculo reflejo de las causas y consecuencias de la violencia sexual contra menores de edad en el Perú. Y es que resulta imposible describirla en toda su magnitud”.
Hace pocas semanas ha publicado el tercer libro sobre el tema: Vidas vulneradas. Embarazo infantil y adolescente en el Perú (PUCP, 2023). Este hecho editorial coincidió con el escándalo que produjo la negativa inicial del Estado peruano de permitir el aborto terapéutico a Mila, una niña de 11 años embarazada debido a la violación reiterada de su padrastro. Sobre esta controversia los obispos peruanos sacaron un comunicado diciendo que el caso era “un hecho inédito en nuestra patria”. En este libro la autora demuestra lo profundamente equivocados que están estos señores: no se trata de algo excepcional, sino de una situación de espanto que afecta a miles de niñas y adolescentes peruanas a lo largo y ancho del país.
Con la pulcritud mostrada en las dos entregas anteriores, Teresina consulta con especialistas, comparte estadísticas y cifras, analiza casos concretos para entender mejor la problemática y sus consecuencias, y resalta aquellas acciones de prevención que deberían estar implementándose con mayor decisión, como la educación sexual integral en nuestras escuelas. Otro libro esencial para informarnos, entender y actuar.
Le pregunté a Teresina que la motivaba a hacer estas investigaciones. Me respondió: “Creo que desde el periodismo, conversando con fuentes expertas, recogiendo testimonios de las víctimas o de sus familiares y escribiendo textos sencillos se puede explicar por qué vivimos en un contexto tan violento. Y espero que también se pueda sensibilizar muchos corazones”. Ojalá así sea.
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