Retos enormes, como cetáceos


El develamiento de  Perucetus colossus nos hace preguntas sobre el futuro


Esta semana fui invitada al Museo de Historia Natural de la Universidad de San Marcos para presenciar el develamiento del fósil del cetáceo más pesado que ha habitado el planeta, un ser inmenso de unas doscientas toneladas que vivió en el mar hace unos 39 millones de años. El desierto de Ocucaje, a 350 kilómetros al sur de Lima, esconde decenas de restos de seres que podemos imaginar gracias al dedicado trabajo de los paleontólogos que, con una paciencia y pericia que no dejan de sorprender, se pasan el tiempo buscando, excavando y estudiando entre las arenas. 

Trece vertebras gigantescas, cuatro costillas y el coxal derecho han sido suficientes para recrear lo que fue esta colosal criatura, bautizada como Perucetus colossus, y que llegó a pesar unas 340 toneladas con un esqueleto de 7. Mario Urbina Schmitt se pasó años pensando que ese promontorio que veía a lo lejos, perdido en la mitad del desierto, podía ser algo más que una piedra. Como se reveló en la conferencia de prensa, Urbina lleva años descubriendo fósiles en ese espacio seco que alberga y conserva algo de lo que vivía en el mar peruano de entonces. Finalmente, un día en que viajaba junto a un chofer decidió que ya era hora de ver de cerca aquel promontorio y saltó a por la ventana, pues no pudo convencer al hombre al volante de que detenerse valía la pena. Cuando constató que un matiz rosado sobresalía, supo inmediatamente que se trataba de un fósil. 

El proceso para que su hallazgo fuera aceptado por la comunidad científica tardó unos cuatro años, probablemente porque la paleontología no es una ciencia que tenga particular apoyo en el Perú. No existe como carrera universitaria en pregrado, aunque sí se puede obtener una especialización en universidades privadas y públicas, donde los departamentos suelen estar ligados a los de Ingeniería de Minas, Biología y afines. Esto no debería ser una sorpresa ya que, como relata la página web del departamento de Paleontología de Invertebrados y Paleobotánica del Museo de Ciencias Naturales de San Marcos, esta disciplina tiene importancia “económica, pues participa en la formación de rocas de importancia industrial tales como el petróleo, el carbón, la caliza, la diatomita, bancos calcáreos (travertinos), etc”.

En 2021 el Congreso peruano promulgó una detallada ley que “propone la política nacional en preservación, protección, investigación, custodia, puesta en valor, acceso, difusión y uso sostenible de los fósiles, del patrimonio paleontológico y de las zonas paleontológicas del Perú”. La ley creó una serie de entidades que registran las actividades paleontológicas así como de los restos y dictamina lo que se puede o no hacer con ellos. En 17 artículos organizados en 8 títulos, una modificación y un título adicional establecen sanciones para quienes extraigan fósiles ilegalmente o que alteren o destruyan el patrimonio.

La pregunta que me surge de todo esto es cuánto realmente se puede lograr solo con una ley. Nos encontramos, una vez más, ante una especialización muy particular que es difícil de obtener en el Perú. Para ser un verdadero paleontólogo es preciso formarse fuera y es necesario tener el apoyo de instituciones sólidas que hagan posible que se siga realizando investigación de este tipo. Hace unos veinte años la Universidad de San Marcos apostó por la creación de un departamento de Paleontología en el Museo de Historia Nacional y desde entonces los descubrimientos se han dado vertiginosamente. El Perú es un país inmensamente rico en fósiles. Según lo que entendí el miércoles pasado, basta con excavar un poco en el desierto de Ocucaje para que afloren los fósiles de criaturas increíbles y desconocidas. En su presentación, el doctor Rodolfo Salas Gismondi compartió una larga lista de los hallazgos del último par de décadas y fue realmente impresionante.

La revista Nature es quizás la publicación de difusión científica más importante del mundo y esta ballena colosal ha ingresado a sus páginas, algo que debe realmente enorgullecernos. El evento ha tenido tal difusión en los medios que amigos de medio mundo me rebotaron la noticia. Pero ¿qué nos dice este evento sobre la precariedad de hacer ciencia en el Perú? ¿Cómo es posible que sea un esfuerzo tan grande conseguir los recursos para llevar a cabo mayores investigaciones? ¿Qué sucede ahora que tenemos un nuevo cetáceo con el nombre de nuestro país? San Marcos hace lo que puede por mantener el museo ante las circunstancias y hace no mucho su hermoso edificio centenario de la avenida Arenales estuvo bajo amenaza de ser demolido para hacer un edificio moderno donde el museo hubiera perdido toda su excepcionalidad. Desde que se quemó el museo de Río de Janeiro, el de San Marcos alberga la segunda colección más importante de Sudamérica, después de la de Buenos Aires.

La rectora de San Marcos presidió muy orgullosa el evento, enfundada en un sastre rojo que resaltaba su medalla de autoridad universitaria. Se le notaba contenta y no era para menos, pues se trata de un paso muy importante para la ciencia en el país y su casa de estudios, la decana de América, está en primera fila. Pero al mismo tiempo que apoya la ciencia y a los investigadores de su universidad, la actual rectora es la cabeza visible del descuartizamiento de la SUNEDU, la entidad que debe velar por la calidad universitaria. ¿Cómo podremos realmente desarrollar el estudio científico del pasado, si en el presente actores importantes como la rectora de San Marcos está tan comprometido con acabar con las medidas que podrían mejorar la calidad universitaria?


Pensar, escribir, editar, diseñar, coordinar, publicar y promover este y todos nuestros artículos (y sus pódcast) cuesta y nosotros los entregamos sin cobrar. Haz click en el botón de abajo para contribuir y, de paso, espía como suscriptor nuestras reuniones editoriales.


Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Volver arriba