“Quisiera ser blanco como tú”

¿Qué diría Stuart Hall sobre las declaraciones de Andrés Hurtado “Chibolín”? 

Stuart Hall es mi teórico de la comunicación favorito. Descubrí sus ideas cuando elaboraba mi investigación sobre representaciones en la prensa deportiva peruana. Un video de 1997, digitalizado y subido a YouTube, conserva fragmentos de una de sus clases maestras. En ocho minutos, Hall explica su aproximación a un concepto clave para los estudios de los medios: la representación. 

El académico, de origen jamaiquino y radicado en Londres, provee una teorización suficientemente amplia como para analizar distintos fenómenos sociales. Además de amplia es aún vigente. Desde fines del siglo XX han cambiado las tecnologías, los soportes y las formas de interactuar entre humanos. Las ideologías y estructuras que rodean a los medios de comunicación masiva cambian de forma más lenta. La teorización de Hall sobre la representación es tan vigente que sirve hoy para comprender por qué pueden ser nocivas las declaraciones del conductor de un programa de televisión. 

“Mi papá es de descendencia española, blanco de ojos verdes. Mi mamá era una mujer morocha, tirando para negra. Y yo salí esta ‘hueva…’. Yo les recomiendo que mejoren la raza, ¿no?”, comentó Andrés Hurtado “Chibolín” al médico invitado a su programa. Todas las ideas de Hurtado son aún vigentes en nuestra sociedad. La supremacía de los rasgos europeos, el desprecio por los rasgos afrodescendientes y la “esperanza” de mejorar la raza mediante el mestizaje biológico rondan conversaciones cotidianas peruanas.

Existen, por supuesto, puntos de vista disidentes. El invitado del programa, por ejemplo, intentó explicar amablemente su desacuerdo con Hurtado: “Ahí hay un error de concepto, Andrés. El mejoramiento de la raza no viene a través de los ojos azules ni de la piel blanca. Viene a partir de la salud”. No quedó claro cómo la raza puede mejorarse a partir de la salud porque el conductor, en lugar de hacer esa repregunta, prefirió enfatizar cuánto detesta haber nacido con el color de piel que tiene. Tal y como sucede en la sociedad, las ideas tradicionales sobre la superioridad de algunas razas se imponen sobre la información científica que descarta la existencia de grupos raciales.

Hall destaca la acepción de representación en el sentido común. Por un lado, usamos representación como sinónimo de presentar, captar la imagen o describir algo. En ese sentido, la representación carga consigo la noción de que algo estaba ahí primero y que a través de los medios es re-presentada (presentada nuevamente). Hall subvierte esta acepción invitándonos a observar el rol de los medios en la construcción de la realidad.

Desde el sentido común sobre representación, aparentemente hay una brecha entre el verdadero significado de las cosas y la forma en la que son representadas por los medios. En el ejemplo que aquí analizamos, las declaraciones de Hurtado son una representación imprecisa de nuestra realidad. El conductor se dirige a la audiencia como si mejorar la raza fuera una posibilidad. El texto audiovisual, difundido por Panamericana Televisión, representa un mundo en el que las razas existen. 

Tal perspectiva asume que la división entre realidad y representación es estrictamente diferenciable. “Esa es una interpretación muy literal y muy simple”, asevera Hall. ¿Los eventos del mundo tienen un único significado, fijo, verdadero o esencial? ¿Hay un único significado con el cual podamos comparar las aseveraciones de Hurtado sobre el mejoramiento de las razas? 

La respuesta es negativa a ambas preguntas. No había nada en primer lugar para ser re-presentado. El color de la piel y de los ojos no tienen un significado inherente con el cual podamos contrastar el discurso reproducido por el programa de televisión. Las clasificaciones raciales son contingentes y relativas. Además de ser ficciones, las razas no tienen un único significado para toda la sociedad. Aunque la existencia de razas ha sido descartada, hay personas que insisten en pensar que ellas existen. 

El significado que las personas damos a la realidad, según Hall, depende de cómo esta realidad es representada. Es decir, la representación no es una distorsión de la realidad, sino una forma de construir la realidad misma. Como la interpretación difiere de persona en persona, de grupo en grupo, o de sector en sector, también difiere el significado. El proceso de representación es constitutivo de la realidad. Es mediante él que los eventos, objetos y personas se vuelven significativos. “La realidad no existe fuera del proceso de representación”, concluye Hall.

Cuando Hurtado le dice al médico que quisiera ser blanco en oposición a ser oscuro como su madre, está participando en la constitución de la realidad de nuestra sociedad. Un elemento sin significado inherente se convierte en significativo a partir de su juicio de valor en televisión abierta. Aunque no existe un único significado, sí existen significados predominantes. Llevamos cientos de años oyendo y viendo públicamente que ciertos rasgos físicos valen más que otros. Tiene sentido que esa sea una interpretación fácil en el contexto peruano. Declaraciones como las de Hurtado repiten ese proceso que constituye la realidad racializada y afianza la idea hegemónica de la superioridad de unas razas sobre otras. 

Por eso, sus declaraciones son nocivas para nuestra convivencia.