Historia de un antivoto


Porque temo al terrorismo, le temo a Fujimori


Cuando me preguntan por qué me es imposible votar por Keiko Fujimori, me visitan muchos motivos, pero entre ellos, uno de los que más pesa es conocer de primera mano lo que el régimen de su padre fue capaz de hacer y cómo el Estado bajo su jefatura se convirtió en un agente de terror. A quienes me responden que los pecados de los padres no son los de los hijos, les contesto que basta ver al equipo que hoy la rodea para constatar claramente que no hay deslinde alguno con las políticas de los noventa.

            A mí esto me toca de forma directa, aunque de manera muy modesta. En 1999, cuando volví al Perú para hacer mi investigación doctoral, un antiguo compañero de la carrera de Historia me ofreció un puesto temporal en la Biblioteca del Congreso para catalogar libros. Entre enero y abril de 2000 vi allí toda clase de irregularidades, desde pequeñas –personas que le escribían libros a los congresistas para que estos quedaran como los autores–, hasta las más grandes: conocí a un operador político que, en mi hora de refrigerio, se me acercaba a tratar de impresionarme invitándome a hacer proselitismo político por Fujimori en el avión presidencial, utilizando recursos del Estado en total violación de las reglas electorales. Semanas más tarde su cara estaba en la portada de El Comercio: era el encargado de las fábricas de falsificación de firmas organizadas para reelegir a Fujimori.

            Pero lo más impresionante ocurrió cuando, después de dejar ese trabajo temporal, me uní a Transparencia como observadora para acompañar el proceso electoral y empecé a recibir amenazas telefónicas. Yo era, sin duda, la persona menos importante posible. Ya ni siquiera trabajaba en el Congreso. Pero, aun así, recibía llamadas en las que me decían saber  dónde vivía, lo que hacía, que me estaba metiendo en un problema muy grande, “que me habían visto con el polo de Transparencia, que eso era ‘peligroso’, que tuviera cuidado con lo que hacía porque había quienes habían terminado muy mal”. Las advertencias, pues, eran escalofriantes.

            Con la arrogancia de la juventud, esas amenazas solo me dieron más ímpetu para seguir oponiéndome a ese régimen que ya estaba en franca decadencia. Con los años fui conociendo a las víctimas de las políticas de terror impuestas desde el Estado peruano. Conocí a uno de los sobrevivientes de la matanza de Barrios Altos, que quedó con una terrible discapacidad y que me contó que si quedó vivo fue porque los cadáveres de sus amigos le cayeron encima y lo protegieron de la metralla con que se remató a los caídos. También me relató que Martín Rivas se quitó el pasamontañas cuando pisó el cuerpo de uno de los que estaban encima suyo. Recordemos que ese día murió un niño de ocho años abaleado por la espalda y que ninguna de las personas asesinadas tenía vínculos con grupos terrorista: eran pobres y eran heladeros.

            Conocí también a los familiares de las víctimas de la Universidad La Cantuta, madres y hermanos de jóvenes inocentes que fueron asesinados de la manera más brutal, sacándolos de sus dormitorios e intentando desaparecer sus cuerpos cortándolos en pedazos y echándolos a la basura. Pienso en el estudiante de mi universidad al que los agentes de Inteligencia subieron a una maletera y del que nunca más se ha vuelto a saber. Pienso en Melissa Alfaro, la periodista que recibió un sobre bomba de los mismos agentes del Estado y que murió en el acto, y pienso también en Mariela Barreto, que fue descuartizada cuando todavía estaba viva por haberle informado a periodistas que los iban a matar. Barreto era parte del grupo Colina y fue pareja de su dirigente, Martín Rivas. Antes de ser torturada dio a luz a su segunda hija. Su caso sigue en investigación.

            Ellos son realmente las víctimas del terror del Estado y es por ellos que me es imposible pasar por alto que Keiko Fujimori se rodee de quienes participaron del régimen de su padre; y que mientras firma un compromiso por la democracia, prometa contradictoriamente el indulto del expresidente. 
Muchos de quienes la apoyan dicen hacerlo porque no quieren que regrese el terrorismo, y yo estoy completamente de acuerdo: yo tampoco quiero que regrese el terrorismo. Pero tampoco quiero que asome el terrorismo de Estado, aquel que en el año 2000 se había hecho tan generalizado y normalizado que a una insignificante estudiante con un polo de Transparencia se le podía llamar por teléfono a amedrentarla y darle a entender que por sus acciones podía acabar en una maletera, o torturada o descuartizada.

Avisados estamos todos. 

25 comentarios

  1. Lucho Amaya

    Está en su derecho. Mas, me pregunto, ¿Hasta dónde es lícito partir de las experiencias personales para llegar a un juicio o decisión final concerniente no solo a uno, sino a una mayoría?… Porque aplicando dicho procedimiento, y aun arriesgando en caer en el Doblepensamiento -que desarrolló usted hace poco- TODOS tendríamos que votar por Castillo porque ninguno, que yo sepa, a tenido NINGUNA experiencia negativa con él, y por la simple razón de que él no ha sido gobierno ni ha tenido cargo alguno en la actividad pública, fuera de su dirigencia sindical… ¿Es apropiado el silogismo?
    A mi me votaron de San Marcos, a piedras, en una oportunidad, y me amenazaron de muerte en la entrada (Av. Venezuela) si regresaba a la ciudad universitaria… Pero no creo que esa sea la razón por la que NO votaré por Castillo, puesto que antes he votado por Susana Vilarán, por ejemplo, y admiro mucho a don José Mujica… y perdone por la divagación.
    Ya que es clara al decir que no votaré por Keiko (yo hasta ahora no sé si votaré por ella o votaré viciado) ¿Podría ser clara también y decirnos si votará o no por Castillo?… Tal vez ya lo dijo en la conferencia de ayer, no sé.
    La saludo, rondándome siempre la pregunta de hasta dónde es lícito partir de una experiencia personal para decidir sobre algo que nos incumbe a todos. y no solo a uno… Depende del tipo de experiencia, sí… y lo dejo allí porque, caray… ¡Qué tema no!
    (Yo regresé a San Marcos, y no terminé mi carrera por otros motivos).
    Saludos.

    • Victor Aguilar

      Siendo políticamente incorrecto, SL empezó. Fueron sanguinarios de una manera cruel y hasta con la gente por la que declaraban luchar. El estado se defendió y nos defendió. Y si queremos personalizar el tema, tengo un amigo de infancia que estuvo en zona de emergencia combatiendo al terrorismo. Es un militar profesional que no sólo regresó con heridas físicas si no con estrés post traumático, ambas condiciones lo dejaron incapacitado de por vida. Que sentirán él y su familia cuando esa misma organización de terror ahora esta a punto de llegar al poder por la vía que ellos mismos detestan.
      Por otro lado, Si apartamos de la escena a los Fujimori, y si no estuvieran en segunda vuelta, ¿en serio piensan que Castillo sería un buen presidente? ¿Siquiera que es un buen cabdidato? Respóndanse frente al espejo, con la mano en el pecho.

    • Sully Elser

      Desde su punto de vista, sr. Amaya, creo que tiene en parte razón. Pero desde el mio mismo, pues no, creo que Natalia no nos esta diciendo que hacer o por quien votar. Mas bien nos invita a reflexionar con su columna que, al fin y al cabo, con hechos personales o históricos, nos llevará a que cada uno saque una conclusión. Yo admiro mucho esto, sobre todo ahora, donde lamentablemente en los medios de televisión o mucha prensa escrita no hay un contrapeso para el Fujimorismo. Keiko Fujimori y muchos de los que la rodean fueron parte de ese gobierno. Esto no es algo subjetivo, estos son hechos. Y la historia se escribe sobre hechos. Yo tampoco podría votar por KF, va en contra de mis valores y principios. Pero eso tampoco quiere decir que votaré por Castillo. Mi única conclusión es que no se debe olvidar, ni negar la Historia.

      Gracias Natalia por recordárnoslo a muchos.

      • Lucho Amaya

        Lo que he hecho es reflexionar, Sully Elser, es lo que creo al menos. Y sobre la prensa, hay ejemplos que demuestran que la prensa, los medios no tienen mayor influencia en los ciudadanos cuando de elegir presidentes se trata. Las elecciones de 1990 y la misma llegada de Castillo lo demuestran… y de paso, estos ejemplos son historia.
        Saludos.

    • Rosa Chávez

      Sr. Anaya, vuelva a leer, porqué no está siendo objetivo en sus apreciaciones. Su experiencia traumática impiden que entienda lo que intenta explicar Natalia Sobrevilla. Lo que ella plasma, son la recopilación de experiencias vividas por sobrevivientes y deudos del Terrorismo de Estado, que muchos quieren hacer callar y prefieren mirar a otro lado; porqué será, no??
      No es de recibo, que en plena Democracia una persona sea amenazada de muerte por el sólo hecho de investigar la verdad acaecida en los 90s.

      • Lucho Amaya

        Amaya (mi apellido es con M), Rosa Chávez. Natalia Sobrevilla narra experiencias y partiendo de ellas dice que no votará por Keiko. Yo narro experiencias y partiendo de ellas digo que no votaré por Castillo… Y tu ¿objetividad? califica a las mías como «traumáticas» y como, supongo, «no traumáticas» a las de N. S.
        Saludos
        (Discúlpame el tuteo)

    • Jaime Marimon Pizarro

      Le pregunta, ante la distuntiva pir quien votar, se reemarca en que tipo de pais quiero vivir los proximos 4 años.
      De todos los que partieron en la primera vuelta ninguno convencio a la mayoria; en esta segunda hay que optar. En eso se resume el voto hoy. En cualquiera de ellos muchos votaremos tapandonos las narices…

    • Efrain

      No entiendo muy bien tu comentario, lo que ella ha descrito no se basa únicamente en «experiencias personales» que podrían ser subjetivas, sino en hechos totalmente objetivos, tanto así que fueron materia de intervención judicial. La política terrorista (de Estado)de Fujimori fue clara e inobjetable y el rechazo al Fujimorismo no quiere decir «aceptación» del terrorismo de SL, esa es una idea que viene precisamente del fujimorismo y que debemos rechazar. #KeikoNoVa

      • Lucho Amaya

        No tengo derecho a negar la objetividad de Natalia Sobrevilla, Efraín, pero ¿Lo que dice NS es objetivo porque lo dice ella, y lo que digo yo es subjetivo porque lo digo yo?
        Y que conste que has caído en el Doblepensamiento, que NS ha criticado en su artículo anterior.
        Saludos

    • Ramón León

      Lo mismo me vino al pensamiento. Es válido entonces que una persona de un caserío de Ayacucho que haya visto y sabido que su familiar fue destrozado por senderistas y al saber que PC lleva al congreso a gente relacionada al brazo político de Sendero, ahora diga decidida no a PC. Y como no tuvo una mala experiencia con la señora K, sí vote por ella. La diferencia sería que esa triste experiencia muy personal de la señora ayacuchana es una peruana humilde, que no tiene su grupito de amigos, ni escribe en un medio como este. ¿Eso la hace con menos valor?

  2. Hola Natalia, en estas elecciones así como tu hace 20 años, vestiré el polo de transparencia como observador electoral y lo hago por convicción y porque creo en el respeto democrático y la neutralidad institucional y si sucediera alguna irregularidad al mismo estilo de los 2000’s soy consciente y estoy dispuesto a asumir el riesgo de observarlo y comunicarlo a la organización y en su medida a la ciudadanía. La transparencia y la participación ciudadana son dos ejes importantes para salvaguardar nuestra democracia, que por buen momento no lo está, pero depende mucho de nuestra generación (Bicentenario) empezar a construir las bases para un país más equitativo, libre y igualitario para nuestro hijos y por ende para construir una mejor calidad de vida para nosotros. Me gusto mucho tu articulo ojalá tu voz sea escuchada por todos y más por los que no tienen memoria.

    • Natalia Sobrevilla

      José Angel, me da mucho gusto saber que seas voluntario de Transparencia y me da más alegría saber que nadie te llamará a casa a amenazarte por ello.

  3. Víctor Aguilar

    Siendo políticamente incorrecto, SL empezó. Fueron sanguinarios de una manera cruel y hasta con la gente por la que declaraban luchar. El estado se defendió y nos defendió. Y si queremos personalizar el tema, tengo un amigo de infancia que estuvo en zona de emergencia combatiendo al terrorismo. Es un militar profesional que no sólo regresó con heridas físicas si no con estrés post traumático, ambas condiciones lo dejaron incapacitado de por vida. Que sentirán él y su familia cuando esa misma organización de terror ahora está a punto de llegar al poder por la vía que ellos mismos detestan.
    Por otro lado, Si apartamos de la escena a los Fujimori, y si no estuvieran en segunda vuelta, ¿en serio piensan que Castillo sería un buen presidente? ¿Siquiera que es un buen candidato? Respóndanse frente al espejo, con la mano en el pecho.

    • Angelo Baselli

      Lo único que voy a decir:
      Militar: Está vestido e identificado como tal. Es un blanco fácil.
      Terrorista: No está identificado como tal. No es un blanco fácil.

      • Natalia Sobrevilla

        El militar como todo representante del Estado tiene el deber de proteger a sus ciudadanos, por lo tanto su responsabilidad de cuidar que no se den excesos es más grande.

        Responder con la misma violencia o con una mayor no es la respuesta que le corresponde a un Estado, sobre todo cuando decide dejar la legalidad de lado y exterminar personas sin tener un respaldo judicial.

        • Victor Aguilar

          El respaldo judicial que hizo que ahora estén en la calle libres. Y han vuelto a las andadas.

    • Efrain

      No, Castillo no me parece un buen candidato, es sólo que Keiko es peor. Mi candidata era Verónika Mendoza, ella sí representa una izquierda moderna y vigente, pero así son las cosas.

  4. Leticia Cáceres

    Por mi parte no votaré por Keiko porque no olvido lo que nos hizo pasar estos últimos 5 años desde el Congreso evitando a toda costa la gobernabilidad, tampoco olvido su vinculación con el jefe de la banda de los Cuellos Blancos ni olvido la acusación que pende sobre ella por lavado de activos. Tampoco me parece que sus apasionamientos negativos sean la mejor guia para dirigir una nación. Esa mujer ha bebido de las aguas de la corrupción y se ha formado en ella asumiendo que quien tiene el poder hace lo que quiere. Es la experiencia de vida que tiene con su padre. Queremos más? El esposo viene de padres estafadores, detenidos con grilletes en su país. Con el esposo y toda la gente que apoyó al padre ha organizado una mafia por el puro deseo, enfermizo a estas alturas, de lograr el poder y “mandar”, al viejo estilo caudillesco. Keiko no tiene la voluntad de reconocer graves errores en su liderazgo porque no cree haberlos cometido. Representa el mercantilismo y nunca el desarrollo, el populismo benefactor ante las manos extendidas de la gente dependiente de un comedor popular y de donaciones para subsistir y quedarse en la pobreza, el conservadurismo que impide la convivencia sana de la ciudadanía y el poder de las mafias, cuyos intereses defiende a ultranza. No puedo relacionar a Keiko con la democracia y la libertad, porque para mí es una premisa falsa.

  5. Arturo

    No entiendo porque si debemos hacer memoria de los excesos del gobierno de Fujimori y no de los excesos de Sendero Luminoso y el MRTA. Nunca leo que alguien se lamente por los decenas de miles de peruanos asesinados, nadie siente pena por sus familiares, nadie llora por los niños descuartizados a machetazos por sendero, nadie llora a los comuneros, a los ronderos, a los indigenas, a los militares, a los policias, a los estudiantes que se oponian al comunismo… Los excesos de Fujimori son en parte el exceso en la respuesta a la violencia senderista y en parte el exceso de las manos que cometieron delitos en sus 5 minutos de poder. Pero no se trata de quien fue mas malo, el problema es que Fujimori aunque le duela a muchos arrasó con el plan comunista para el Perú y ahora, después de 30 años de pacientemente reescribir la historia quieran tomar por los votos lo que se les nego por las armas, y que tontos utiles en un estado increible de soberbia intelectual pretendan ponerse por encima de la moral, hacerse llamar pueblo y acusar a la hija de todos los males de la tierra. Tontos utiles porque el comunismo no solo es asesino, es corrupto hasta los huesos. Que pena Perú por tanta sangre derramada en vano y que pena por tanto sufrimiento que les espera que aquellos que creyeron lo de «no mas pobres en un pais rico» sin entender que se trataba de cambiarlo por «pobres en un pais pobre»…

  6. Gonzalo Quijandria

    Todo lo que relatas lo vivi directamente, como parte del equipo periodístico que, entre otras cosas, denunció el asesinato de Mariella Barreto, interceptaciones telefónicas, negociados de armas, etc. Con 26 años tuve que renunciar mi trabajo, me cayeron amenazas, persecuciones y juicios del gobierno de entonces. Pero pese a lo vivido, Castillo y su programa totalitario me parecen mucho mas peligrosos y una amenaza aun mas grande que lo vivido esos años para la democracia, por una razón muy simple: vi caer ese régimen a las pocas semanas que cayó Montesinos, que era quien lo sostenía, y hoy está preso y sin posibilidad de salir. Un gobierno de Castillo ademas no respondería a presiones internacionales por mayor democracias, por postular una economía cerrada. Lo hecho por el padre hoy seria imposible para la hija en un mundo mucho mas globalizado como el de hoy.

    • Natalia Sobrevilla

      Vivimos cosas similares, pero sacamos conclusiones diferentes, cada quien con lo suyo y con todo su derecho a ver el mundo desde sus experiencias de vida. Yo he pasado los últimos 20 años trabajando con las víctimas y estudiando y enseñnado sobre lo que sucedió sin duda eso ha sido determinante para fijar mi posición actual. Veremos que sucede en el hipotetico caso de un gobierno de Castillo, pero yo por lo pronto tengo claro que por el Fujimorismo no puedo votar.

      • María Centeno

        Muy de acuerdo, el terrorismo venga del lado que venga es terrorismo, e independientemente de los excesos del padre, me basta con el accionar del fujimorismo en los últimos 5 años para no votar por Fuerza Popular.

  7. Russela

    Gracias Natalia
    Terrorismo es terrorismo venga de dónde venga, de fanáticos salvadores del mundo, del Estado, de medios de prensa. Se les teme, se les condena, no se vota por ellos, no se les sigue. Para quienes analizamos la política por formación, salta a la vista características inusuales en el atentado del VRAEM, que nos acercan más bien a un sicariato narco. La mentira y el miedo que se pretende generar desde la prensa se llama TERRORISMO MEDIÁTICO.

  8. Sam Torres

    Una verdad a medias no es la verdad
    Los estudiantes de La Cantuta, eran terroristas, porque no llaman las cosas por su nombre

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