¿Cómo facilitar el voto?


Una pregunta que debe estar presente en toda democracia


Las luchas por democratizar las elecciones no culminaron cuando se les dio el acceso al voto a las mujeres o a los analfabetos hace algunas pocas décadas. No basta con señalar en la Constitución y en las leyes que una persona mayor de determinada edad tiene derecho a elegir sus autoridades. Es necesario asegurar que las condiciones estén dadas para que todo el que quiera pueda votar el día de las elecciones. Y esa es una tarea permanente, que requiere vigilancia y revisión continua.

Por ejemplo, el día designado para la votación es importantísimo. En el Perú y el resto de Latinoamérica las elecciones son los domingos, lo que facilita el voto de los trabajadores. Pero no es necesariamente así en el resto de países. En Estados Unidos, por ejemplo, las votaciones para Presidente, congresistas, alcaldes y gobernadores se realizan los días martes. Existen razones históricas que explican la decisión, pero lo cierto es que desde hace varias décadas los activistas por los derechos civiles en dicho país vienen luchando para que se cambie de día, o para que este sea feriado, lo que permitiría una mayor participación de quienes no pueden darse el lujo de dejar de laborar por algunas horas para acudir a sufragar. La resistencia a este cambio viene de actores políticos que piensan que una mayor votación de determinados sectores populares los perjudicaría en los resultados.

El número de locales y mesas de votación es también otro elemento a tomar en consideración. Un número pequeño de centros hará que las personas tarden más en el proceso. Esto afectará principalmente a quienes sí tienen que trabajar los domingos, a las personas que realizan funciones de cuidado o labores domésticas no remuneradas (principalmente mujeres), y a quienes tienen alguna condición de salud que los haga más vulnerables. Igual de importante que el número es la ubicación de dichos locales, la que debe encontrarse cerca de zonas residenciales y favorecer su proximidad a calles y avenidas con transporte público masivo.

También forma parte de este debate la posibilidad de emitir votos de manera anticipada. En los países donde se acepta ello el voto puede emitirse por correo postal o acercándose a una oficina. El voto anticipado, como su nombre indica, solo puede ejercerse antes de iniciarse el sufragio regular. Esta es una herramienta de participación importante para las personas en condiciones de vulnerabilidad. Aquellas que no pueden dejar de trabajar ni siquiera los domingos, que tienen dificultades de movilidad o que pueden verse perjudicadas por un clima adverso o una mala infraestructura. El voto anticipado se constituye en un instrumento para asegurar que su voluntad sea tomada en cuenta más allá de esos factores. En el Perú actualmente no contamos con esta posibilidad, que permitiría un mayor número de votantes en cada elección.

En esta discusión hay que tomar en cuenta también las estrategias de supresión del voto. De acuerdo a la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, en dicho país se han presentado más de 400 proyectos de ley —a nivel estatal y federal— para complicar el acceso de determinados sectores de la población a las urnas. Ello bajo la idea antidemocrática de que si no se puede conseguir el voto de alguien, es mejor que esa persona no vote. Para lograrlo se recortan los horarios, se restringe el voto anticipado, se burocratiza la inscripción en el padrón electoral, etc. La supresión parecía una amenaza lejana para el Perú, hasta el último proceso electoral, cuando vimos desesperados intentos por eliminar miles de votos que ya habían sido válidamente emitidos y contados en la segunda vuelta. Después de eso, es mejor estar más atentos a lo que se discuta en el Congreso durante este periodo.

La democracia no se agota en los procesos electorales, pues la legitimidad de los gobernantes no debe de ser solo de origen (las urnas), sino también de ejercicio (cómo gobiernan). Sin embargo, resultan siendo el indispensable punto de partida. Su acta de nacimiento. Viendo las amenazas actuales que se ciernen sobre las democracias en un mundo agotado por la pandemia, es importante cuidarlas desde su origen.

1 comentario

  1. Rodrigo L.

    ¿Y por que no hacer mas concreta la discusion sobre «facilitar el voto» para Peru? ¿Por que no hablamos de los peruanos residentes en el exterior? Esta fue una pregunta que alcanzamos a su despacho congresal, pero lamentablemente nos indicaron que «no habia ninguna alternativa viable segun la ONPE». ¿Por que hasta ahora no se concreta ninguna iniciativa de voto por correo o voto electronico para quienes vivimos muy lejos del consulado y tenemos dificultades para ir hasta el consulado a ejercer nuestro derecho al voto? A pesar que somos alrededor de 1 millon de votantes peruanos en el exterior (una cantidad bastante significativa), practicamente no se habla de del problema de la distancia al consulado para el votante en el exterior. ¿Cuantos votos resultan «suprimidos» por las dificultades (logisticas) de ir a votar al consulado? ¿Cuanto gana nuestra democracia facilitando el voto para peruanos en el exterior?

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