Lo intolerable (II)


Tres “falsas dicotomías” que deberíamos evitar en la discusión sobre la pobreza 


Jhonatan Clausen es economista por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y PhD en desarrollo internacional por la Universidad de Bath (Reino Unido). En la PUCP se desempeña como profesor del departamento de Economía y director (e) del Instituto de Desarrollo Humano de América Latina (IDHAL). 


En la parte final de mi artículo de la semana pasada le prometí a usted, lectora, lector, que intentaría dar algunas respuestas a un conjunto de preguntas acerca de la pobreza “más allá del ingreso”. No obstante, el pasado jueves 11 de mayo —un día después de la publicación de aquella entrega—, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) presentó las cifras oficiales de pobreza monetaria de 2022. Le pediré, por tanto, que sea paciente conmigo y me permita hacer algunos comentarios sobre esta nueva información. 

Recordemos lo que mide el indicador oficial de pobreza: una persona se considera en situación de pobreza monetaria si vive en un hogar cuyo gasto mensual por persona es menor a una “línea de pobreza” de 415 soles (en el año 2021 este valor fue de 378 soles). Dicho eso, las estimaciones del INEI hoy nos muestran que el 27,5 % de personas en el Perú viven en hogares cuyo gasto mensual por persona no supera la “línea de pobreza”. Son malas noticias, en especial, porque existe un aumento con respecto al año 2021, en el que la incidencia de pobreza monetaria fue de 25,9 %. 

El informe técnico de pobreza del INEI es muy completo[i] y no es mi intención resumirlo aquí. En cambio, lo que sí me gustaría hacer en esta entrega es advertir sobre un peligro que tiende a aparecer cuando se discute sobre temas de pobreza: las “falsas dicotomías”. Me enfocaré en tres de ellas. 

La primera tiene que ver con el estéril debate sobre si la pobreza monetaria se reduce promoviendo el crecimiento económico o generando políticas de redistribución. El crecimiento económico puede contribuir a aumentar los ingresos de las personas más pobres —y, en consecuencia, el consumo— a través de la generación de empleo (que no necesariamente es de buena calidad), o de la mejora del desempeño de sus pequeños negocios (muchos de ellos en situación de informalidad). A su vez, el crecimiento económico no es suficiente para mejorar la situación de los más pobres entre los pobres, muchos de los cuales viven en territorios con poca conectividad, que tienden a beneficiarse menos del crecimiento. Necesitamos, por lo tanto, promover el crecimiento económico (sostenible y de buena calidad) y, en simultáneo, continuar ampliando las políticas de redistribución. 

La segunda dicotomía está vinculada a la discusión acerca de si la pobreza monetaria en Perú es urbana o es rural. Ciertamente, el número de personas en pobreza monetaria en las áreas urbanas es más grande —recordemos que la mayoría de la población en Perú es urbana—, pero también es verdad que la proporciónde personas en pobreza en las áreas rurales es considerablemente más alta que en las áreas urbanas (41,6 % versus 24,1 %). La pobreza rural en el Perú está muy lejos de ser un tema resuelto, lo cual no resta importancia a la necesidad de generar nuevas políticas orientadas específicamente a la pobreza urbana, cuya dinámica no es igual a la rural. 

La tercera dicotomía tiene que ver con cómo medir la pobreza. ¿Debemos contar únicamente con una medida de pobreza monetaria, o debemos reemplazarla por una métrica de pobreza multidimensional no monetaria? Afortunadamente, más de 30 países alrededor del mundo —varios en América Latina y el Caribe— nos muestran que ambas formas de medir la pobreza son complementarias y ya cuentan con medidas oficiales de pobreza de ambos tipos. Sobre esto último, tenemos algunas buenas noticias en el Perú. Por primera vez, el jueves pasado, una presentación oficial del INEI incluyó un conjunto de indicadores de privaciones no monetarias bajo el rótulo de “pobreza multidimensional”[ii].

Gracias a la invitación de Roxana Barrantes, en la entrega de la próxima semana retomaré este último punto y, ahora sí, cumpliré mi promesa de exponer un conjunto de ideas sobre la pobreza “más allá del ingreso”. 


[i] Puede revisar el informe completo aquí https://www.gob.pe/institucion/inei/informes-publicaciones/4215973-cifras-de-pobreza-2022

[ii] Puede encontrar esta información en la penúltima dispositiva de esta presentación https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/4547653/Presentación%20del%20jefe%20del%20INEI.pdf?v=1683828485


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