Mis hijas, las rojas


Un recuento personal por el Día del Padre 


El día de la segunda vuelta entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori, mi hija Maira volvió tarde a casa. Cargaba una bolsa de chancays. 

            –Es mi refrigerio –me explicó.

            Venía de vigilar los votos de Pedro Castillo en un colegio de la pudiente Miraflores.

            –No sabes –me siguió contando–, a las personeras de Keiko les llevaban Starbucks y pokes de Bao…

            Al verla con su bolsa de panes me dio un ataque de risa y ternura. 

            –Alucina que una de ellas preguntó: “¿Cómo se llama el partido de Keiko…?”.

            Maira es la más militante de mis hijas, una mezcla curiosa de feminismo, reguetón, pituquería, achoramiento y corazón empático. Sus hermanas no son tan distintas en lo político: Alesia no deja de opinar en Twitter a favor de los derechos civiles y Malú piensa igual, pero se lo guarda más. Las tres, obviamente, votaron recientemente por la izquierda y llegaron a colgar en mi balcón un cartel a favor de Verónika Mendoza: hasta ahora me asombro de que las llantas de mi carro estén intactas. 

            ¿Cómo así mis tres hijas me salieron “rojas”, siendo yo un tipo que tira para el centro y que, por ejemplo, tuvo como primera opción al Partido Morado?

            Quizá es porque son jóvenes e idealistas. O porque su comodidad material les vino de cuna: no se teme mucho perder lo que poco costó ganar. Sin embargo, ambas condiciones también podrían aplicarse a las chicas que fueron personeras de la derecha, y ya vimos lo distinto que piensan.

            Hay una anécdota de Malú, narrada por mi exesposa, que tal vez aporte una pista: nuestra hijita tenía unos 3 o 4 años y viajaba en el asiento trasero de la camioneta, cuando un niño se acercó a limpiar el parabrisas.

            –Mami –preguntó–, ¿por qué las personas negritas… menos mi papá… son pobres?

            No sé qué le respondió su madre, solo sé que hay personas que cursan maestrías en Ciencias Sociales para responder las implicancias económicas y raciales de su pregunta.

            Siempre intuí en mis hijas una curiosidad innata por las desigualdades, aunque es posible que yo mismo las haya alentado con mis relatos de infancia en un entorno precario y, sobre todo, con algunas acciones. Una de ellas, por ejemplo, ocurrió cuando un día me dijeron que querían conocer la casa de Panchita, la maravillosa mujer que tanto nos ayudó en su crianza.

            –OK –les dijimos su madre y yo–. Pero vamos a ir tal como lo hace ella.

            Un sábado, mis hijas, Pancha, mi esposa y yo caminamos un buen trecho desde nuestra casa hasta la Panamericana Sur. Allí esperamos entre el tráfico y el smog hasta treparnos a un microbús. Apretados y zarandeados, las miradas de mis hijas curiosas, bajamos en el mítico paradero de Puente Nuevo, la entrada sur de esa monstruosa quebrada que es San Juan de Lurigancho. Luego nos tocó una combi –música fuerte, aceleradas y frenazos–, con la inquieta mirada de Pancha posada sobre mis hijas. Luego de un buen rato, fuimos expectorados a la carrera en la avenida Canto Grande. Tras las fachadas aglomeradas en el otro carril, un cerro emergía. “Por allá”, señaló Pancha. Entonces, a caminar la cuesta. A subirla, como un forastero en tu propia ciudad. A notar cómo se acaba el asfalto y también el material noble. La vivienda de Pancha, por fortuna, anidaba en la base de la montaña, pero incluso en su cuadra se apreciaba la desigualdad: la casa de la esquina estaba completa y pintada; la de ella estaba en ladrillos, pero la del frente estaba carbonizada: había sido levantada con palos y se había incendiado. Nos recibió la madre de Pancha, una anciana quechuahablante que nos estudió con suspicacia. Sobre el piso irregular de la casita, en una penumbra que olía a cemento, reposaban muebles y adornos que en el pasado habían sido parte de nuestra casa: desde mi visión acomodada, me fue imposible no pensar en su degradación. Entre tanto, mis hijas lo absorbían todo con curiosa ingenuidad y, cuando un rato después descendimos a la planicie para almorzar todos en una pollería, me pregunté si ellas no sentirían lo que yo: que lo nuestro era mero turismo, el paquete vivencial de ser pobre por un día.

            Obviamente, quiero pensar que no. Quiero imaginar que para ellas aquel fue un sábado memorable, con implicancias de las que no fueron conscientes en el momento, y al que, por añadidura, le siguieron días, meses y años de una ética de trabajo impulsada por su madre y quien escribe. Ambos les hacíamos saber con constancia que sus derechos básicos estaban garantizados con un nivel de calidad muy por encima del de su generación, pero si querían gollerías que excedían su presupuesto, tendrían que ver cómo compensaban los extras.

            A estas alturas, Malú ya tiene una idea de cómo responder a esa pregunta que hizo desde su asiento de niña. También sus hermanas. Saben que la desigualdad estructural y endémica de una sociedad no se soluciona ofreciendo dádivas o renunciando a sus bienes, como repiten esos listillos que les dicen “si eres tan zurda, ¿por qué no les regalas a los pobres tu casa?”, sino con reformas públicas que garanticen el acceso a servicios y oportunidades.
Pero de nada serviría esta certeza intelectual si antes no hubieran hecho el ejercicio de imaginarse viviendo en la precariedad. Si un día la muerte me da la oportunidad de enfrentarla consciente, quizá este sea mi balance: si algo bueno dejé en este mundo, fueron tres muchachas que comieron chancays al día siguiente de las recientes elecciones.

115 comentarios

  1. Alejandro Altamirano

    Leo Gustavo desde la furia de Aquiles. Excelente texto

      • Xiomara Galindo Rivera

        Me ha gustado mucho la lectura que la volví a leer con mi familia , saludos desde el sur dónde nadie quemara sus neumáticos .

    • Natividad

      Muy divertida su experiencia. Los jóvenes de hoy a mi parecer tienen más conciencia social que antes y están bombardeados por mucha información que sucede en el mundo. Con ellos hay mucha esperanza de que el mundo cambie para bien, no sólo en la calidad de vida, derechos y oportunidades de las personas sino también hay corrientes de muchos jóvenes que defienden el maltrato animal, la naturaleza, la explotación de menores en la moda, muchos jóvenes hasta cambian su manera de alimentarse por todas esas influencias, lo digo también por experiencia. Tengo una hija de 22 años que se titula este año en Ciencia Política y hará un magister en derechos humanos, también es muy divertida.

    • Carmen Tocon

      Gustavo, me gustó mucho ntu narración. Me dio ideas, pensando en mis nietos pequeños. La importancia de hacerlo como ella lo hacía y lo vivía, creo que ha sido lo más vital de la experiencia. Podrías haber tomado un taxi o ir en tu carro si lo tienes. Pero ir hasta a su casa «a su manera» creo que hizo posible que la comparación las lleve a conocer inconsciente o conscientemente. Me gustó.

  2. AUGUSTO ORTIZ DE ZEVALLOS

    Muy bonito y cariñoso texto y testimonio de Gustavo , y sin duda es verdad que los modos de vivir en Lima pueden ser de inmensos contrastes . Y que verlos y experimentarlos deja marcas .

      • Ana

        Esas vivencias son las mejores enseñanzas a nuestros hijos!! Gracias por compartir.

    • Jerson

      Buen relato literario pero en el fondo una historia Caviar más !

      • GR

        Una historia, simplemente.
        El adjetivo lo pone quien interpreta.

    • Ernesto Delgado

      Los mismos ideales inculcados por mi padre, grato leerte sereno y sensato en esta coyuntura. Gracias

    • Juan Arturo

      Testimonio irreal pero anecdótico…un tanto racial en los tiempos reales

  3. Fabiola Villanueva

    Hermosa lectura, mi hija de 22 (estudiante de antropologia), también es zurda y estoy orgullosa de ella.

    • gr

      Ahora que lo dices, Maira es zurda también con la mano.
      ¡Gracias!

    • Freddy Alvarado

      Estimados Gustavo que excelente narrativa y como desde una vivencia se pueden sacar muchas lecciones de vida.

      • GR

        Gracias, Freddy, por tus amables palabras.
        Un abrazo.

  4. Antenor Yarihuaman

    Excelente! El «turismo vivencial» generó empatía.

  5. Allan M.

    Una bonita historia en medio de un ambiente tan feo.
    Saludos, Aquiles

  6. Lola

    Felicitaciones! Que orgullo de tener hijas “ubicadas” en el lugar y momento que corresponde. Siento el mismo orgullo por mis hijos

  7. Jorge Gutierrez

    Los padres cumplimos con encaminar a nuestros hijos a ser personas de bien, con valores y empatia. Que abran los ojos y cuestionen la desigual realidad, a pesar que no la vivan directamente. Me pasa con mi ultima hija de 14 años, ya sabe que es lo que ha pasado en las ultimas semanas, y aunque no apoya abiertamente al ganador, tiene claro que con la mafia fujimorista nunca mas.
    Gracias por su articulo.

  8. Veronica

    Que buen mensaje les dieron, ojalá los chicos puedan ser más concientes de las oportunidades que les damos como padres y es tarea nuestra claro, que también vivan y trabajen en búsqueda de sus beneficios pero buscando oportunidades para los que menos tienen, suena utópico pero vale el granito de arena que aportemos todos.

    • gr

      Muchas gracias, Verónica, por leer y comentar.

  9. Cecilia Matos

    Excelente nota , me encanto la historia . De igual forma trato de inculcar a mi niña que ya tiene 12 años

  10. Patricia Kamisato

    Lección de vida. El legado que le dejarás a tus hijas. Abrazo

  11. Carmen Rojas Vidal

    Gracias Gustavo, me enterneció tu relato porque además de madre creo en una sociedad más justa e igualitaria. El manoseado termino de DEMOCRACIA que es la espada de lucha de los llamados “peruanos de verdad” y la no menos usada “caridad Cristiana” respaldada por los movimientos ultra católicos nos han llevado a esta situación de Republica Fragmentada (copiando el término de McEvoy) para celebrar un Vil Centenario que esta bien lejos de ser realmente una celebración. y sobre las desigualdades identificadas por tu Maira (que será mucho más brillante que tu), cuando me veía sorprendida por mi hijo con preguntas así le respondía (dixit Orwell) “todos somos iguales pero hay unos más iguales que otros”. Gracias por deleitarnos con tus relatos frescos y precisos!!

  12. Jaime Marimón Pizarro

    Estupenda vivencia y experiencia, que tan solo leerla, me pone en la obligada comparación de cómo hice con mis hijos.
    Touche.
    Abrazo Gustavo

    • Jorge

      Excelente !!! Nuestra labor de Padres es no darle la espalda de la realidad a nuestros hijos, un abrazo !!

    • Hilda Nugent

      Gustavo, muy lindo tu artículo. Felicitaciones por haber criado a unas hijas tan maduras y con conciencia social. Feliz día del Padre!

  13. Laura García

    Todo el relato pase imaginando lo vivido por uds, al contrario mío, mis hijas no pasaron necesidades, pero sus comodidades y privilegios fueron limitados y ahora ellas han forjado su futuro a punta de sacrificio, disciplina y estudio (Y mucho trabajo mío, para variar padre ausente)Admiro a mis hijas, pero estoy consciente que la vida no ha sido abundante pero tampoco austera. Gracias por este relato tan grato, saludos y un abrazo por su día y también el mío.

  14. ANA JOYA

    Excelente manera de empezar mi sábado, nuestra generación debe compensar y replantear tantas cosas. Pero creo que los primeros pasos se están dando con firmeza. Compartiré muy emocionada este post a mi padre que desde su pasado no tan acomodado, me deja con sus lecciones, la mayor de las herencias. Gracias.

  15. Sobeida Gonzales

    Me encanta tu relato! Me identifico mucho con tu historia porque también tengo tres hijas. Una muy parecida a Malu, y las otras dos más de centro como yo; pero las tres tienen mucha empatía y respetan l os derechos de los demás. Y la moraleja de tu relato es definitivamente que la familia es el espacio principal para formar valores y principios! Te felicito por tus muchachas! Feliz Día del padre!

  16. Sergio Quiroga

    Excelente que las generaciones nuevas, sobre todo las limeñas, tengan un concepto social de nuestra sociedad y no se encierren en la moda y las Kardashian. La nueva revolucion se hace con educación y deseo de conocimientos. No con fusiles.

  17. gr

    Querido Jaime, eres un padre y abuelo con una descendencia agradecida.
    ¡Un gran abrazo y lindo domingo!

    • Hoover Olivas Valverde

      Hermoso testimonio, mi estimado Gustavo, me identifico con él en toda su amplitud. En mi caso, no sé cuándo mis hijas se volvieron «rojas», creo que siempre lo fueron, indudablemente les dimos una educación libre y alternativa y creo que aprendieron discernir entre lo justo y lo injusto de nuestra sociedad. Hoy somos una familia feliz, con las interminables tertulias, existe comprensión y dulzura al escucharlas y ver cómo participan en los problemas más álgidos de nuestro querido Perú. Abrazos….¡Feliz día del padre!

  18. Nelson Ramirez Jimenez

    Te mereces un abrazo fraterno en el Día del padre. Muchas gracias por tan hermosa lección.

    • Maria Soledad Garcia Nunez de Stephenson

      Buen día Gustavo, linda historia, creo que nuestras vivencias nos hacen empaticos y más humanos, gracias por compartir las suyas con nosotros. Me encantaría estar en Lima para poder compartir estos textos con mi mamá. Gracias y Feliz Día del Padre.

  19. ROBINSON CONSTANTINO ORTIZ AGAMA

    Excelente relato y una lección de vida , a para Lima indolente. Parafraseando a Brecht, los (padres) que luchan toda una vida (por nobles ideales), esos son los mejores.

  20. Fanny Málaga

    Qué gran relato, lo felicito por ser un gran padre.

  21. Paul Naiza

    Estimado Gustavo, que pases un excelente día del padre. Como cada sábado es un placer leer tus artículos.

  22. Gladys

    Hermoso! Estoy segura que la experiencia tuvo implicancias en la manera como piensan hoy. Felicidades!

  23. Albert

    Lindo artículo, yo no soy padre, pero tengo 3 hermanas, y también tienen esas posturas. Yo tmb tuve como prioridad al Partido Morado :v y ellas a Verónika Mendoza. Vivir con mis hermanas ha sido reconfortante y doloroso a la vez, sobre todo después de esa gran marcha Ni Una Menos, desde ese día he iniciado el camino de la deconstrucción de forma voluntaria e involuntaria al mismo tiempo, y esa experiencia me marca hasta días actuales, no es fácil dejar ser menos machista cada vez, sobre todo si tienes 3 hermanas rojas que aceleran ese proceso. Hoy ya no vivo con ellas, pero las extraño y quiero más que nunca, he aprendido mucho. <3

    • GR

      Qué testimonio más bonito, Albert.
      Muchas gracias por compartirlo.
      Recuerdo mucho esa marcha, con mis hijas.
      ¡Un abrazo!

  24. Abelardo Cuchca

    Hermoso relato, que los de arriba pongan los ojos en los de abajo, no con lástima, si para tratar de comprender y compartir. Felíz día del padre. Saludos

  25. Oscar Reyna

    Que buena historia Gustavo, que bonito leer de la sensibilidad social de tus nenas.

  26. Saul encina

    Fabuloso tu experiencia de vida; y que buenas hijas estás criando; que para nada están en una burbuja, y de lo cuentas tienen clara la conciencia crítica de la sociedad en la que viven; creo que son muy consientes de la EQUIDAD a la cual toda sociedad saludable aspira y debe promover

  27. Cecilia A. Lanzara

    Qué buen relato! Andamos en las mismas respecto a las elecciones de los hijos y lo que rescato en ambos casos es que los hijos lleguen a sus decisiones producto de un análisis personal, sensible y profundo. No porque lo que les dijeron…

  28. Javier

    Muchas gracias Gustavo. Yo también soy de Miraflores y fui testigo, siendo niño, de un acto de discriminacion terrible que de vez en cuando vuelve a mi memoria. Yo entiendo a los votantes de Castillo, por más que lo vea a él como un pésimo candidato.

    • gr

      Un abrazo, Javier.
      Tu comentario habla muy bien de ti.

  29. Rita

    W0W !
    Qué lección ! Un gran abrazo ahora, al papá que eres ! Desde Austin ☆ con mucho cariño.

  30. maria elena alvarado

    Pienso distinto pero no puedo dejar de enternecerme y reconocer la gran labor de padre que usted realiza. Cada ser humano se nutre de experiencias y eso le da una visión y posición frente a la vida. Hay que aprender de todo y comprender también a los que piensan distinto. Yo estuve de personera de FP en San Miguel ni me pagaron ni pretendí cobrar, me dieron una caja de cartón con 2 botellas de agua, una pepsi chica, 1 conserva de bonito, 1 paquetito de galletas, 2 barras pequeñas energéticas, 1 lapicero y una mascarilla disposable (la llevé a casa porque mi hija me trajo un hot dog de Listos, ademas que la conserva de pescado iba a oler y quizás molestar a los miembros de mesa). Realmente defiendo la posibilidad de seguir trabajando como siempre con mi pequeña empresa, con mucho sacrificio, que haya importaciones, que el dólar se mantenga. Sin embargo fui joven e idealista, no me arrepiento, y di todos mis esfuerzos a la Reforma Educativa de Velasco Alvarado, en una entidad pública. Vi mucho de bueno y de malo, pero me callo porque cada quien debe tener y vivir sus propias experiencias.

    • gr

      Abrazos, María Elena.
      Aplausos a la gente que defiende sus creencias con honestidad y sin fanatizarse.

  31. Erika Quispitupa Cordova

    Sencillamente hermoso, y tras esas anécdotas hay mucho aprendizaje, que pases un lindo día el domingo Gustavo.

  32. Nancy Goyburo Reeves

    Estimado Gustavo,

    Cada artículo tuyo es inspirador y lo leo dos veces, no porque no lo entienda, sino porque lo puedo disfrutar nuevamente! Qué bueno es leerte. Ya estoy terminando “La semana tiene siete mujeres”.
    En esta oportunidad, conocer a tus hijas ha sido esperanzador en medio de tanta decepción. Ellas, al igual que mi sobrina Gabriela, siguen la ruta de amar al Perú de todo corazón. Estoy segura que a ellas les debe encantar el verso de Marco Martos cuando dice en su famoso poema “El Perú”: “… lo elegiría de nuevo para construir aquí todos mis sueños”.

    Gracias y que mañana tengas un día del Papá inolvidable!

      • Killa

        Querido Gustavo, me has hecho llorar. Sentí lo mismo que veo en mis hijos, esa infinita brabura por defender la justicia, por no claudicar ante la discriminación y el racismo. Algo estamos dejando , Feliz dia!

        • GR

          Killa, va un pañuelo virtual, sedoso y cariñoso.
          Muchas gracias.

  33. Luis Hugo Lizárraga Santa María

    Buen artículo. Felicitaciones.
    Yo la vivo al revés. El padre es el «rojo».
    Por naturaleza siempre he estado con el pueblo.
    Estas elecciones han sido tan polarizadas que han llevado a enfrentamientos entre familiares, amigos, colegas, extraños.
    Para mi ha sido una prueba de tolerancia, de la que espero haber salido aprobado.
    Compleja nuestra idiosincracia.

    • Jeanette

      Lo mejor que puede haber en éstos momentos es que aparezcan cada vez más jóvenes con un pensamiento crítico, sea cuál sea su elección, siempre hemos tenido la idea errónea que los padres son los que siempre enseñamos a los hijxs; pero es bonito y llena de orgullo escucharlxs y verlxs defender sus ideas, con una esperanza de que vamos por buen camino; porque sea el destino que le depare a nuestro país, ellxs también serán vigilantes de nuestra patria, ahora tan golpeada. Hermoso relato Gustavo, gracias por compartilo y gracias a tus hijas por haberlo hecho posible, felíz día del Padre!

  34. Tito Urrutia

    Excelente reflexión. Lo debería hacer con mis hijos cuando esté en el Perú la próxima vez.

  35. Luisa

    Saludos Gustavo. Me encanto el relato, felicito a tu hija y a ti, por la parte del camino que te toca. Me hizo recordar, que hace poco, mi hija de ocho años, me pregunto que era el comunismo y porque habían carteles que decían “No al comunismo”. Luego de explicarle la situación actual del país, el significado del comunismo como ideología política sacada de internet. De explicarle más sobre la actualidad política de este país. Le pregunto al final: ¿Tú por quién votarías? Ella sin titubear me responde, por el comunismo. Yo casi atragantada con mi saliva, pregunto ¿por qué?, tan campante como la pregunta anterior me responde, para que todos tengamos las mismas oportunidades. No pudimos más que llenarnos de orgullo de su pensamiento, aunque mi marido y yo tengamos tendencias bien distanciadas del comunismo, nos sentimos felices de no heredarles nuestras ideologías y que ellas mismas puedan tomar sus decisiones cuando sean grandes.

    • GR

      Qué bonita historia, Luisa.
      Hacemos bien en guiar a los hijos y no imponerles nuestros sesgos.
      Cariños para ustedes.

  36. Beatriz

    Vivo en Estados Unidos, pero trabaje mucho tiempo en zonas de extrema pobreza hace años, hoy miro con nostalgia que no se ha hecho nada para mejorar la calidad de vida de nuestros compatriotas. Pero me alienta saber que está surgiendo una generación crítica sobre todo sensible, te agradezco hayas compartido tu historia. Yo tengo un hijo de 14 años nacido aquí pero le inculcó amar nuestras raíces. Viva el Peru.

  37. César Meza

    Buena historia Gustavo. Gracias por compartir. Mis hijas han visto, como parte de su involucramiento con la iglesia, situaciones similares. Quizás falta fomentar más empatía, más momentos de con esa realidad, que está alejada de la cómoda realidad que tienen.

    Un abrazo!

    • GR

      Muchas gracias, César, por compartir tu experiencia.
      Mi afecto para ti y tus hijas.

  38. Chara Alcedo

    Que bueno leerte! Los peruanos necesitamos harta carga de empatía para salir de esta crisis!
    Feliz día papá rojito!

  39. Patty Heredia

    Me encantó. Ojalá todos pudiéramos tener la experiencia de tus hijas así seríamos más conscientes de la realidad en la que vivimos no para deprimimos sino para cambiarla y así seríamos menos los que vivimos en nuestra burbuja de espaldas a un país que pide a gritos igualdad.
    Te sigo desde que te vi en una entrevista con Jaime Chincha en RPP y pude ver el dolor genuino que te producía la situación que estamos viviendo. Necesitamos más gente como tú, Chincha y Banda en la televisión, no dejen de escribir de denunciar y de hablar claro y directo.

    Un abrazo. Bendiciones

    • GR

      Muchas gracias, Patty.
      Aquí me tienes, escribiendo.
      Cuando quieras.
      ¡Un abrazo!

  40. Lucho Amaya

    En las primeras décadas del siglo pasado, del siglo XX, había que ser de otro mundo para no abrazar o dejar de empatizar con las ideas socialistas… Aunque después se desilusionaran; que sobre esta desilusión va el acento en este comentario mío.
    Las décadas han transcurrido, los hechos han sobrevenido, y… ¿Qué nos han dejado de positivo las experiencias socialistas?… La principal, creo, que los buenos sentimientos, que la solidaridad, no son suficientes, ni de cerca, para crear sociedades más justas, con menos desigualdades, con menos pobreza.
    Hubo un tiempo en la URSS, por ejemplo, donde al disidente (y por lo hondo que había caído el sistema allí) donde al disidente, digo, le esperaban tres caminos: El manicomio, la cárcel o el exilio… Boris Pasternak, Aleksandr Solzhenitsyn, Rudolf Nureyev son ejemplos, tres ejemplos de entre millares, como ahora ya sabemos… ¿Sus hijas, respetuosamente, sabrán de esto?… ¿Qué opinan sus hijas, respetuosamente, de Daniel Ortega, sandinista revolucionario convertido ahora en sátrapa de su pueblo?… ¿De Pol Pot, de Abimael?… … Lo que quiero enfatizar con estas preguntas es que desear bonito no colige, y para nada, que cuando se obtiene poder se actúe bonito.
    ¿Que un partido o movimiento o ideología, critique buenamente o ferozmente el actual sistema de cosas, lo hace «bueno» per se, en el tiempo y el espacio?… o son los planteamientos, basado en realidades, lo que lo hace?
    No obstante, las saludo por sus buenos ideales y sentimientos, por supuesto que sí.
    Saludos

    • GR

      Ortega, Maduro, Stalin, Mao.
      Franco, Videla, Pinochet, Marcos.
      Claro que mis hijas saben de ellos, pues el horror trasciende las ideologías.
      Cuando ellas se ilusionan con una sociedad más igualitaria no recurren a pesadillas, sino a la apacible Uruguay actual, o a Dinamarca.
      Inalcanzables, quizá.
      Pero… ¿y si no?

    • Lucho Amaya

      Sobre mi comentario y luego su respuesta, y respetuosamente siempre, el énfasis mío a los personajes y hechos que anoto se debe al color que menciona usted, cuyo espectro político es AMPLIO y turbio, muy turbio en no pocas zonas… Y, por supuesto, PERFECTO con el deslinde.
      Saludos

  41. Roberto

    Y le digo a la gente q sigue a esa Sra llamada K, la justicia no es de izquierda ni de derecha, la riqueza y la pobreza son los extremos de la balanza con q se la representa gráficamente, es deber impostergable de nuestra nación buscar con leyes ese equilibrio como lo hicieron países como Finlandia , Suecia, Holanda ejemplos de sociedades JUSTAS.

  42. Antonio

    Querido Gustavo, al leer tu artículo me hace recordar el día que bautizamos a mis hijas y el hijo de Panchita, fue en el pueblo joven de Pamplona, después de unos años volví y con Chacho el curra que los bautizó fuimos recorriendo la barriada hasta llegar a lo más, según subíamos la pobreza era mayor y los medios para llegar más difíciles, me fue contando todos los años que llevaba allí y lo que se había conseguido y lo que quedaba por conseguir, fue una cura de humildad y espero algún día enseñarles a mis hijas donde fueron bautizados por una maravillosa persona.
    Te mando un fuerte abrazo.
    Antonio

    • GR

      Querido Antonio, ¡eso no lo sabía! Qué momento más grato me estás regalando.
      Un abrazo enorme hasta esas Baleares luminosas.

  43. José Miguel Lobatón

    Tengo tres hijas- Claudía ,Sandra y Fernanda- no tengo duda al respecto de su interés ,y/o tendencia política y creo reconocer que, en su imaginario les asiste con regularidad el deseo que la equidad se convierta en una constante. Aunque el contexto que nos rodea se encargue casi con compulsivo afán el demostrar que lo equitativo es un despropósito y que por mero azar o destino hemos de agradecer a Dios seguir la vida que «nos tocó», soy un convencido que mis hijas- que han visto muy de cerca el resultado de la indiferencia con que vemos y tratamos a seres humanos que en el papel poseen los mismos derechos que todos en este país- aportaran en su momento lo suyo en un cambio y a través de ellas hemos de saber que nuestros oficios de padres algo tuvieron que ver. Ten un feliz día

    • GR

      Vamos a buscar la mayor igualdad posible, Roberto.
      El PBI no puede ser el único indicador de la fiesta.

  44. Gonzalo Llosa

    Buena nota, bien narrada. Cantaba Piero: «…las cosas se cuentan solas, solo hay que saber mirar…». También hay que «ir a mirar». Y claro, de todas maneras también «saber mirar»…

    • GR

      Gonzalo, gracias.
      Piero: imperdible en el Día del Padre, jajaja…

  45. Glkadys Camere

    Tengo dos hijas mayores de 45. Como soy feminista y zurda las chicas no lo vivían bien porque estudiaban en un colegio religioso (que locura) pensamos que las monjas eran cercanas a la Teología de la Liberación, pero cambiaron. Finalmente en estos años he visto que son feministas y de izquierda una y de centro izquierda la menor.
    El domingo de la 2a. vuelta me sentí tan orgullosa de ellas y de su defensa constante de todos nuestros derechos. Es un regalo de la vida que crean en la inclusión, en la democracia, que trabajen en contra del racismo que apoyen los movimientos LGTBQ, cuidado del medio ambiente, de la injusticia de la paridad, etc. Es que esa son, y aquí están las mujeres del Perú. Me encanto tu texto, felicitaciones por esas 3 hijas. Un abrazo

    • GR

      Felicitaciones a ti, Gladys.
      Al contrario.
      ¡Un gran abrazo!

  46. Jimena

    Que bonito artículo! quiero contarte que me identifico con tu hija Maira, al igual que ella estuve como voluntaria en un colegio de Miraflores defendiendo el voto de Pedro Castillo. A diferencia tuya, mis padres y hermanos decidieron votar por la candidata de derecha influenciados por la campaña de miedo, a pesar de haber optado por Veronika Mendoza en la primera vuelta.. así me convertí en la oveja roja de la familia.
    Al menos no se espantaron cuando les conté que me ofrecí como personera, sino que mas bien respetaron siempre mi opinión.
    A pesar que siempre tuve curiosidad de niña de ir a conocer dónde vivía la chica que trabajaba en mi casa (puente camote), nunca fui.
    Agradezco haber tenido una bonita experiencia en el colegio, que siempre se nos enseño que había otra realidad en los colegios nacionales llevándonos 2 veces al año a compartir con un compañero del mismo grado en su colegio, con la inocencia de niños donde todos somos iguales, todos somos amigos.

    • GR

      Todo.mi afecto, Jimena, muchas gracias por compartir tu experiencia.

  47. Joe Strummer

    Les enseño a tener conciencia y empatía social… pero no de las políticas que llevan a la pobreza y a esa clase de injusticias. O de ese programa económico que Rosa María Palacios llamo del «hambre»: estatizar, no pagar la deuda externa, cambiar los contratos, volver a la Cédula Viva, botar a las transnacionales, etc

    Sr. Rodríguez, todavía le falta enseñar más allá de las buenas intenciones

    • GR

      Me impresiona la cantidad de personas que han logrado meter micrófonos en mi casa para estar tan seguros de lo que se habla en ella.
      O es eso, o ni se les ocurre pensar en un espectro moderado de expectativas.
      Rock the Casbah, Joe.
      Mejor.

  48. GC

    Genial lectura que compartiré con mi avispada, zurda y artista hija. Su experiencia fue de emigrante, y le tocó crecer entre USA y Singapore como hija de un estudiante de doctorado y ahora de un científico. Es esencial como padres poderles mostrar que se puede y debe salir de esas burbujas de privilegio, y poder ver lo que hay extramuros. Un saludo y un abrazo!

  49. LUIS FERNANDO PASCO

    Gustavo, disfrute la lectura. Me alegro por la sensibilidad y reflexión que les dejo dicha experiencia. También me entristeció, por lo sucedió en mi caso de inmigrante privilegiado a México. Curse Post Grado en el prestigiado y exclusivo Instituto Tecnológico de Monterrey (ITESM). Año 1989 mi ex esposa y mis dos pequeños hijos de 4 años y tres meses, llegan a México, como inmigrantes privilegiados. Como Maestro de Planta (Profesor Tiempo completo) ellos se gradúan en el TEC de MONTERRTEY, gracias a las becas que el ITESM les concede por ser hijos de un Maestro, durante casi 20 años. La falsa religiosidad de la influencia materna y prejuicios sociales limeños llevados hasta México, los hizo creer ser merecedores de todo. Mi actitud personal de respeto e igualdad con los demás y m linea académica, hacia un México justo y fraterno, sucumbió ante las frivolidades sociales de la madre, que transmitió sus inseguridades y la falsa concepción de mirar solo hacia arriba y de buscar relaciones de conveniencia afectiva, social y económica. Ya la vida se encargara de ubicarlos, mejor de lo que yo no pude, por la haber cometido el error de «confiar en la educación materna» Saludos desde Guadalajara.

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