Lo intolerable (III)


La pobreza más allá del ingreso


Jhonatan Clausen es economista por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y PhD en desarrollo internacional por la Universidad de Bath (Reino Unido). En la PUCP se desempeña como profesor del departamento de Economía y director (e) del Instituto de Desarrollo Humano de América Latina (IDHAL). 


En las dos anteriores entregas hice varias referencias a que el concepto de pobreza no puede reducirse únicamente a la falta de ingresos o la incapacidad de gasto. La pobreza es multidimensional e implica privaciones que no dependen de manera directa de cuánto dinero tienen las personas en sus bolsillos, ni de bienes y servicios que se pueden comprar y vender en los mercados. 

Existen diversos hitos que han llevado a reconocer que la pobreza es, en efecto, multidimensional. Entre los más significativos destaca el estudio sobre las ‘Voces de los pobres’, que Deepa Narayan y su equipo realizaron para el Banco Mundial en 1999. La investigación recogió los testimonios de más de 40 mil personas en situación de privación alrededor del planeta con el fin de entender la manera en la que estas entendían la pobreza. Los resultados mostraron que los pobres reconocen que su condición se vincula a la falta de dinero, pero también a aspectos como la inseguridad, las dificultades para mantener una buena salud, el aislamiento social, el malestar psicológico, entre muchos otros. 

Al igual que en el caso de la pobreza monetaria, contamos en la actualidad con instrumentos que nos permiten evaluar la pobreza multidimensional a nivel mundial. Uno de ellos es el Índice de Pobreza Multidimensional Global (IPM-G) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Oxford Poverty and Human Development Initiative (OPHI), originalmente desarrollado por Sabina Alkire y Maria Emma Santos. El IPM-G tiene como objetivo medir la pobreza no monetaria aguda y realizar comparaciones entre más de 111 países, incluido el Perú. Esta medida está conformada por tres dimensiones muy básicas del bienestar: salud, educación y estándar de vida. Una persona es considerada pobre multidimensional si vive en un hogar que sufre privaciones en el equivalente a, por lo menos, una de estas tres dimensiones. Los resultados más recientes de los que se dispone muestran que alrededor de 1.200 millones de personas viven en pobreza multidimensional, 83% de las cuales se encuentra en zonas rurales. 

Motivados por la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y su llamado a erradicar la pobreza “en todas sus formas”, un conjunto de más de 30 países ha implementado medidas oficiales nacionales de pobreza multidimensional. A diferencia de otras como el IPM-G, las medidas oficiales no buscan realizar comparaciones internacionales, sino reflejar las particularidades de cada país. 

América Latina es una región pionera en este tema. Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México, Panamá y Paraguay son algunos ejemplos de países que han implementado estas herramientas. Si bien el Perú no cuenta aún con una medida oficial de pobreza multidimensional, la Política Nacional de Desarrollo e Inclusión Social al 2030, aprobada a fines de 2022, reconoce oficialmente que la pobreza es multidimensional y la define como una “situación en la que las personas experimentan un conjunto de privaciones simultáneas en dimensiones básicas de su bienestar, las cuales limitan su capacidad real para llevar una vida digna, impiden el ejercicio de sus derechos y restringen su desarrollo humano”. Es de esperar, por tanto, que pronto el Perú implemente una herramienta (o conjunto de herramientas) de medición que permitan hacer operativa esta definición que va más allá de los ingresos. 

Con esta tercera entrega concluyo mi discusión sobre la pobreza monetaria y multidimensional a nivel global y local. Agradezco nuevamente a Roxana Barrantes por la invitación a contribuir con este espacio. 


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1 comentario

  1. Benjamin Perelman

    Que buen articulo por que de hecho Peru debe estar comprendido entre los 1.2MM y 83% rural que denota el estudio y si los numeros son menores, ! mejor, pero la cifra debe estar por ahi…que hacer? si existen paises en AL unos mas y otros menos de la lista quienes han implementado con mejor exito estos programas por que no analizar en que somos similares e implementarlos de la mejor manera?.. exiten brillantes y comprometidas personas en la nacion que de hecho estarian mas que deseosas de participar entrenados para aliviar a los mas identificados que estan en esta situacion

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