La corriente de Humboldt y las elecciones


Lo que le sobraba al científico y le falta a muchos votantes


Estas últimas semanas mi vista ha estado alternando entre los comentarios histéricos de muchos votantes peruanos y la biografía de Alexander Humboldt –La invención de la naturaleza– escrita por Andrea Wulf. 

            Curiosamente, una conexión entre aquellos compatriotas y Humboldt terminó por formarse a la larga en mi cabeza. 

            De Humboldt conocía lo poco que la mayoría sabe por estas tierras: su fama de viajero explorador, la corriente y el pingüino que llevan su nombre, y la admiración que le tenía Charles Darwin. Todos chapoteamos en nuestro conocimiento dándole la espalda a un mar que ignoramos, y la lectura del libro de Wulf fue otra confirmación. 
A pesar de su carácter evidentemente apologético, la vida de Humboldt trazada en el libro está minuciosamente sustentada por correspondencia compartida entre las mayores mentes del siglo XIX y uno no puede dejar de preguntarse, finalmente: ¿a qué se debe el desvanecimiento histórico de quien fuera uno de los personajes más famosos e influyentes del mundo?

            Amigo de Goethe y de Simón Bolívar, admirado por Thomas Jefferson y lisonjeado por monarcas: uno de sus coétaneos dijo que Humboldt era la segunda persona más famosa del mundo después de Napoléon, quien, dicho sea de paso, pareció envidiar la fama de sus publicaciones. No existe nadie en el mundo que tenga tantas ciudades, ríos, montañas, penínsulas, especies animales y especies vegetales bautizadas en su honor –el estado de Nevada estuvo a punto de llamarse Humboldt– y las crónicas narran que cuando se cumplieron los 100 años de su nacimiento hubo desfiles multitudinarios en Berlín, Nueva York, Ciudad de México, Adelaida, entre otras ciudades del planeta.

            Si hoy se le recuerda tan poco, quizá se deba a la misma razón por la que nadie sabe quién inventó el nudo: fue un creador de conceptos revolucionarios, hoy obvios, que sirvieron de plataforma para que otros alcanzaran la inmortalidad. Humboldt fue el primero en sostener hace más de 200 años que la naturaleza no existía para estar al servicio de la humanidad, sino que debíamos comportarnos humildemente como parte de ella y de su red que conecta todos los aspectos del planeta y el universo: en otras palabras, Humboldt fue el creador de la ecología como ciencia. Fue un pionero, además, cuando sostuvo que la acción del hombre influye en los cambios del clima y también el primero en usar lo que hoy se conoce como infografías para explicar cómo se interrelaciona la vida en distintos climas y altitudes. De hecho, las isolíneas que hasta hoy vemos en los mapas metereológicos fueron una ocurrencia suya. Pero, en lo que a mí respecta, el aspecto que más me emociona de quien fuera considerado por Federico Guillermo IV de Prusia “el hombre más grande desde el diluvio”, fue su búsqueda de un puente constante entre la ciencia y la poesía. Su curiosidad inconcebible encontraba su expresión en textos que hacían soñar a las multitudes y que estimularon a creadores como Thoreau, Whitman, Verne y que, incluso en el siglo XX, alcanzaron a Huxley y Pound.

            Humboldt es el epítome de esos científicos que, con su curiosidad inabarcable, buscaban vincular entre sí a todas las áreas posibles del conocimiento humano. Cuánta falta hace rescatar esa noción conectora en esta era de hiperespecialización, en la que cada profesional parece cavar y cavar más hondo en su propia parcela.

            Tras cerrar el libro, brotan las preguntas: ¿qué ocurriría si en nuestras escuelas, en vez de enseñar materias fragmentadas, se fomentara simplemente la curiosidad? ¿Una curiosidad integradora?¿Si se encendiera en los niños ese motor de búsqueda en lugar de dictar tediosas instrucciones? Preguntarnos y respondernos con ellos por qué la espuma de la mar es blanca antes de memorizar tablas periódicas, por qué el sol es naranja en el horizonte antes de memorizar enunciados físicos, por qué nacimos con el dolor de nuestras madres para comparar nuestra evolución con la de otros mamíferos.

            Cuánta falta nos hace esta corriente de pensamiento –la verdadera corriente de Humboldt– en estos tiempos electorales en que muchos compatriotas que asistieron a colegios caros proclaman que se irán a Miami ahora que Perú se convertirá en Corea del Norte, en vez de integrar todas las variables que hay en juego.

25 comentarios

    • Gustavo Rodríguez

      Muchísimas gracias, Sandra.
      Cariños.

  1. Ana María Saavedra

    Cada día me simpatizas más y cada día te admiro un poco más . Que buen artículo

    • Gustavo Rodríguez

      Ana María, cuánta amabilidad.
      Te la agradezco con mucho cariño.

  2. ManiMiranda

    La propuesta de Humboldt que somos sólo una pequeña parte del engranaje de la naturaleza, pero con la capacidad de destruiría ya que el hombre en la mayoría de los casos solo mira su ombligo y no su entorno es lo que nos pasa ahora solo que a nivel social donde muchos están en la incapacidad de ver el bien común y solo piensan en si mismos. Creo que en los dos casos , el de gran y pequeña escala lo que nos juega en contra es lo que se podría denominar el Egoísmo humano .

  3. Federico Alponte-Wilson

    Gracias Gustavo.
    Me recordó el «sin ciencia no hay futuro» de inicios de esta campaña.
    La única esperanza que nos queda es que sea quien sea elegido nuestro próximo presidente, al menos impulse una «buena educación».

    • Gustavo Rodríguez

      Seguiremos rogando, querido Federico.
      Un abrazote.

  4. Patricia Sen

    Gran artículo! Y que falta nos hace leer contenidos como éste y alimentar nuestro cerebro de cosas realmente importantes.

  5. Mitzar Brown Abrisqueta

    Me has dejado pensando en esa pregunta, Gustavo. Por qué Humboldt no es tan recordado, salvo por la corriente que lleva su nombre, por lo menos en el Perú. Creo que a Antonio Raimondi se le convoca más, no solo por la estela, también por sus dibujos, y hasta por esa frase del Perú sobre el banco de oro. Por qué no se reflexiona más sobre su visión integradora, que, además, era en él, de acuerdo a lo que cuentas, o lo que infiero, una forma de ver la vida y una actitud inspiradoras. De hecho, estas elecciones nos están mostrando dos países casi irreconciliables. ¡Saludos!

    • Gustavo Rodríguez

      Querida Mitzar, seguir cavilando es nuestra obligación. Gracias por seguir ese camino.
      Un abrazo y espero que sigas escribiendo.

  6. Luis De Las Casas

    Mi estimado amigo, comparto la misma emoción luego de haber libro el libro de A. Wulf y descubrir la dimensión histórica de Humboldt… un pro hombre de la ilustración que fue un precursor de la independencia de todos los países que sufrieron el régimen colonial… su militante postura anticolonial fue determinante sobre Bolivar… nuestro auténtico Libertador… los peruanos estamos en deuda con este colosal sabio.

    • Gustavo Rodríguez

      Querido Lucho, qué gusto encontrarte por aquí.
      ¡Un gran abrazo y gracias por este complemento!

  7. ElAcertijo

    Muy preciso, otra columna de GR que da gusto leer. Lamentablemente el modelo educativo enseña a ser «obediente» y anula el pensamiento critico y la curiosidad intelectual, salvo contadas excepciones.

    • Gustavo Rodríguez

      Así es, estimado «Acertijo».
      Quizá tengamos que poner de nuestra parte en nuestras casas y con nuestros vecinos.

  8. oscar lopez

    Frase atribuida a Alexander von Humboldt: “Lima está más cerca de Londres que del Perú”. Ahora podriamos decir Lima esta mas cerca de Miami que de Chota.

    • Gustavo Rodríguez

      Caray, cierta Lima sí.
      Es verdad.

  9. Gloria Dunkelberg

    Escritor, comunicador y ¿ poeta…? «el aspecto que más me emociona fue su búsqueda de un puente constante entre la ciencia y la poesía.»…¿Entre el periodismo y la poesía? ¿Ayer por ejemplo?

  10. Gloria Dunkelberg

    ah y el Perú, el peruano, no integra, no articula…el así llamado privilegio de la diversidad cultural es una pesadilla al ser una diversidad sin conexión. lo que Jaime Chincha llama Heterogeneidad. Nada fluye, se destruye lo que construyó el otro, la desigualdad nos hace caminar a trompicones…La corriente de Humboldt pertenece solo al inimaginable Humboldt…Los peruanos vivimos de espaldas a la fluidez y la conexión

    • Gustavo Rodríguez

      Ay, Gloria, quizá tengas razón.
      Un abrazo.

  11. Haydith Del Aguila Valera

    Muy ilustrativo soñar con una educación del conocimiento y vivencial. Gracias.

  12. Rosa Maria

    Que buen articulo. Me quedo con la imaginación, la inventiva y la conección. Gracias.

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