A propósito de unos porros


La declaración de un congresista me lleva a mis propias confesiones


Un congresista peruano fue noticia hace un par de días porque confesó en una entrevista que fuma marihuana desde hace veinte años y que ocasionalmente también ha compartido algún porrito con sus papás. En Perú, un país que debate sobre libertades con treinta años de retraso, tal naturalidad causó, obviamente, profundas reacciones.

            Que un ciudadano fume marihuana en su ámbito privado no tendría que llevarme a escribir una sola línea, pero las voces alzadas han sido tantas –y muchas tan feroces–que aquí me tienen: no estoy seguro si el clamor se deba al consumo en sí o a la confesión pública con desparpajo, pero lo que sí me queda claro es que cuando la hipocresía y la ignorancia se trenzan, forman un látigo perverso que debe ser señalado. 

            Hipocresía es que una entidad como la Comisión de Ética del Congreso vaya a investigar a Olivares por decir que fuma porros, pero que haya blindado históricamente a congresistas con indicios de ser financiados por el narcotráfico, entre otros casos flagrantes de corrupción.

            Ignorancia, por otro lado, es que afloren voces señalando que el mal ejemplo de Olivares le hace daño a un país “donde la gran mayoría no ha probado drogas en su vida”.

            Una sociedad hipócrita e ignorante es, pues, aquella en la que dejamos que nuestros adolescentes se embriaguen, que una cervecera auspicie a la selección peruana y que ha hecho del pisco un símbolo nacional, pero que se escandaliza cuando alguien dice que se fuma sus cañones.

            Sin embargo, aunque fumar marihuana no es ilegal en Perú –sí lo es comercializarla– y su consumo es menos adictivo que el del tabaco o el alcohol, este artículo no busca defenderla, sino que me acompañen a un paseo por el bosque que circunda a esta planta.

            La verdad es que todos nos drogamos. 

            Según la Organización Mundial de la Salud, droga es toda sustancia que, introducida en un organismo vivo, puede modificar una o varias de sus funciones.

            Nos drogamos cuando bebemos café y sentimos que nos despertamos, nos drogamos cuando fumamos tabaco y sentimos que nos tranquilizamos, nos drogamos cuando tomamos un analgésico en la resaca, los niños se drogan cuando comen azúcar de más y cuesta hacerlos dormir: nos drogamos desde cuando éramos unos pequeños primates que descubrimos que una fruta fermentada podía alterar nuestra percepción del mundo.

            Si estiro el término –y reemplazamos a la sustancia por una actividad–, podría decirse que también nos drogamos cuando nos enganchamos a una teleserie y la consumimos sin parar, cuando salimos a comprar ropa con desenfreno, cuando el día se nos pasa jugando un videojuego o buscando ganarle a un tragamonedas y, también, cuando nos hacemos adictos a los besos de un nuevo amor: la dopamina y la oxitocina se secreta en nuestros cerebros como cuando una droga las induce.

            Desde que nos pusimos a caminar en dos patas, la realidad nos es insuficiente. Necesitamos modificarla, vivirla desde otros ángulos y, sobre todo, evadirla, porque su carga puede ser insoportable.

            Mi padre murió alcohólico. El otro abuelo de mis hijas también. Mi hermano lucha diariamente contra una adicción, y lo admiro –y amo– más por eso. Yo mismo me he preguntado varias veces si no soy un adicto: cuando en las reuniones mi boca y el vaso se hacen siameses y, en los días que siguen, me obligo pertinazmente a ser abstemio; cuando he tenido rachas adúlteras que no me han llevado a buen puerto, cuando me levanto en la madrugada como un maniático a hacer una rutina de ejercicios. En realidad, tengo suerte de que escribir, una de mis adicciones, sea una actividad bien considerada.

            No es la marihuana el problema. No es el café. Tampoco lo es el destilado de caña. 
Ya está visto que el prestigio y desprestigio de cada droga obedece a intereses comerciales, religiosos e incluso políticos.

            El problema es nuestra incapacidad enraizada para sentir como nuestro prójimo y descubrir en él a una persona ovillada y arrinconada por sus temores, pues nadie me disuadirá de que toda evasión autodestructiva pudo haberse amenguado si se abrazaba y contenía más al niño que la antecedió.

            El enemigo contra el que hay que protestar no es la droga.

            El enemigo es la indiferencia. El insulto. La violencia.

            Todo eso que le cayó al congresista Olivares y que también me caerá a mí por escribir este artículo.

75 comentarios

  1. Danny vidal

    Intelgente sabio y humano, como siempre una mirada y reflexión mas que necesaria a nuestta hipocrita y pacata forma de asumir nuestros temas por resolver…gracias por compartirlo …. todos somos un poco adictos…y necesitamos de una vez por todas sincerar que la chelita después de la pichanga,el pucho y el tragamonedas en cada barrio del peru son parte de lo que nos hace adictos… querramos o no aceptarlo sea social mente aceptado o no…

      • Rosa

        Excelente mucha hipocresía, si hasta los políticos se envician de poder, hasta comer pan es adicto te sube el colesterol y trigliceridos no el fumar marihuana te convierte en adicto somos una sociedad de adictos en muchas cosas y niveles.

        • Víctor

          No sé qué defiendes o atacas. Insultas a las personas que consideramos que fue un error armarse un tabaquito en plena sesión (su trabajo) y confesar que fuma mariguana como si comer dulces se tratara. Dices que tu hermano es adicto, seguro tus padres y familia sufren por esta circunstancia, también he tenido familiares adictos y no es algo agradable. No sé si es la moda en la que todos pretenden ser de mentalidad abierta, europeizados o no sé qué. De lo que se trata es de no perder la perspectiva, el señor es un congresista y debe actuar con ética y no pensar que está en el bar de la esquina con sus amigos. Y por favor deja de lado el y tú más. Las formas también importan cuando se es un representante de miles de personas y sobretodo jóvenes.

          • Daniel

            Defiende la SINCERIDAD, ataca LA HIPOCRESIA. No sé de donde sacas «un tabaquito en plena sesión (su trabajo)», TEXTUALMENTE DIJO: “Fue mi primer pleno … Estaba tan nervioso que AL TERMINAR me fui a fumar un ‘tabaquito’», el «Sufrimiento» de sus padres y familia es proporcional a las expectativas (no alcanzadas) que c/u tenga. Justamente porque es un congresista y no un Monge o un Papa, es libre de hacerlo (no necesita estar en un bar) ¿Las formas, de quien?,parece que quisieras que todos actúen como tú piensas.

      • Albeiro cornejo

        Que buen articulo,totalmente de acuerdo

      • Edgardo Escribens

        Buena y generosa reflexión Gustavo ya que al hablar también de casos tan cercanos a ti, la hace más empática y justa

      • Jorge

        Somos un país lleno de hipocresía individual y que nos esforzamos por querer que parezca que la opinión individual es la de la sociedad que aún peor creen representar Tu análisis es real, valiente.

    • Pamela

      De pequeña vi como mi medio hermano fumaba marihuana y tomaba alcohol y hacía solo papelones por eso nunca Probe droga pero a mis 48 quisiera probar ya que conozco a muchísima gente que fuma y está súper parada con sus negocios y trabajos o sea no es tan mala como se cree y además es medicinal

      • Gustavo Rodríguez

        Ni tan mala como se promociona, ni tan milagrosa como dicen algunos. Suerte con la exploración.

      • Carlos Zevallos

        Parece ser que si no somos hipócritas lo que sea que uno haga no es malo. Recién tengo conocimiento de este «padre de la patria», qué otros logros ostenta?

      • Lucía Corso Masias

        Genuino, humano, real… gracias por compartir tu pluma, Gustavo, y más por hacerlo con tanta coherencia.

    • Tulia Silvia Tarazona Infante

      De acuerdo con todo. Una sociedad criada en el miedo, reacciona con miedo a todo lo que no conoce y es manipulada con ese miedo. Una pena.

      • Like Jara

        Y si cambiamos marihuana por cocaína?
        Porque tampoco está prohibido el consumo personal de cocaína, pero sí su venta y distribución.
        La muchedumbre paleolítica podrá decir muchas cosas desde el miedo y el desconocimiento, pero lo real es que un congresista está confesando que consume una sustancia de cultivo y comercialización ilícita. Por mucho menos le hubieran hecho mierda la señora K.
        (No, no soy fujimorista, ni de cerca)

        • Aurelio Rodriguez

          Què buena respuesta! Quizà el autor se anime a escribir una apologìa de la cocaìna y asì lucir su verbo. Si pretende ser provocador, debe tomar la pose en serio.

    • Dennis

      Excelente artículo Gustavo, mis felicitaciones!!!

  2. Mona Barreda

    De niña creía que solo las drogas «sociales» esa que se envuelven en papelitos o que se inhalan por la nariz, eran las malas.
    Hoy, a mis 45, ya aprendí que no. Que el azúcar es mil veces mas dañina que la marihuana (lo vivo en carne propia).
    Pero en este país, un grupo de corruptos quiere hablarnos de «ética»???. Lo mas gracioso es que estoy segura que de ese grupete, al menos el 50-60% la consume.
    La intolerancia, la violencia y el ataque es pan de cada día en estos tiempos. Una lástima

    • Gustavo Rodríguez

      Gracias por compartirnos tu experiencia, Mona. Un abrazo (algo dulce).

      • Aldo

        Gustavo, creo que el problema no es realmente que fume marihuana sino que lo haya hecho durante su horario de trabajo, porque en su casa en su tiempo libre cualquier persona es libre de hacer lo que quiera mientras no perjudique a un tercero, el problema viene si se es funcionario público o se ejerce alguna labor como médico o ingeniero o lo que sea y por tanto alguien cuya decisión en un momento crítico pueda estar seriamente afectada por una sustancia que objetivamente altera la percepción de las cosas, sea marihuana, alcohol o cualquier otra legal o no. Ese es el verdadero problema, no hay que desviar la atención de lo sustancial, se debe acudir a trabajar en pleno uso de facultades, para nadie es aceptable ir a trabajar borracho, igualmente drogado. La corrupción es un delito, trabajar bajo el influjo de sustancias que alteren la percepción es falta grave que conlleva despido, así lo dice la ley.

        • Gustavo Rodríguez

          Aldo, asumiendo tu postura: ¿está probado que estaba fumando marihuana y no tabaco liado?

  3. Manuel

    Cuanta verdad Gustavo.
    Muy cierto lo que escribes.
    Buen fin de semana.
    Abrazo!!

      • Pilar Cantella

        Buena! La doble moral me alucina! Un abrazo

    • Manuel Moreno

      En el Perú, los miles de miles de jóvenes que diariamente conviven en mi país, están a expensas de las grandes mafias productoras del negocio de la droga. Y en términos de clientes, ocurre que según la casuística obtenida, la mayoría de ellos empieza a transitar su proceso drogodependiente empezando por el consumo de la «yerba» o sea la marihuana. Entonces ser un funcionario público del más alto nivel, y tener en su vida el consumo de droga como un hábito normalizado, es un pésimo mensaje. NO seamos hipócritas y tratemos de justificar lo injustificable. ¿Cual es la diferencia entre este congresista y un joven que compra en cualquier asentamiento humano la marihuana? NINGUNA. ¿Como se les llama? Fumones. ¿Es un buen mensaje promocionarlo? Sería tonto, por decir lo menos justificarlo…

      • Tulia Silvia Tarazona Infante

        Ud. Habla asi porque tiene prejuicios. Eso tambien es aprendido.

      • Pedro

        Hay que tener primaria. Mínimo para opinar .

  4. Saúl S.

    Claro.
    Preciso.
    Oportuno.
    «…doblemente bueno.»

    • Gerardo Klinge

      Es un absurdo lo de los Congresistas, así como es admirable tu apoyo a tu hermano. Cuesta salir de las adicciones, pero vale la pena. Sin perder de vista que todo lo que hicimos o estamos haciendo, está construyendo a esa nueva persona con mente abierta y amor a los demás. Gracias por hacerme recordar lo que los hermanos pueden hacer por ti.

      • Gustavo Rodríguez

        Un fuerte abrazo, Gerardo. Muchas gracias.

  5. Marco Antonio

    Y si trago pequeñas obleas a diario para alejar al demonio de mí, estaré en el fondo buscando alterar mi mente para sentirme bien, independientemente de lo que suceda en la realidad?
    Es por eso que también se dice que la religión es el opio del pueblo?

    • Gustavo Rodríguez

      Todos buscamos nuestras estrategias para sobrellevar la existencia.
      Y sí, creo que Marx apuntaba a lo que dices.
      Un abrazo, Marco Antonio.

  6. Jaime marimon pizarro

    Bien Gustavo
    Muy doloroso y ciertisimo.
    Touche

    • Gustavo Rodríguez

      Gracias, Jaime, ¡un fuerte abrazo!

  7. Cristóbal Pichinte Chacón

    Es triste y frustrante que en este país nos quedemos siempre en el insulto, el señalamiento y la descalificación cuando de abordar temas como este se trata. Sea por ignorancia, miedo o simplemente cucufatería, no somos capaces de debatir de forma madura prácticamente nada. El atraso es de generaciones enteras ya, y esa brecha se ensancha constantemente…

    • Gustavo Rodríguez

      Gracias, Cristóbal.
      ¡Paciencia y buen humor!

  8. Isabel Hurtado

    Totalmente de acuerdo contigo, y excelente ejemplo del pisco. Ya es tiempo de darle al canabis su uso medicinal, por lo menos.

    • Gustavo Rodríguez

      Sí, Isabel, ¡hace rato!
      Cariños.

  9. Boris Barreto

    Excelente nota como siempre Gustavo, yo fumé en mis años de adolescencia y juventud y no me arrepiento de haber «volado» y luego «aterrizado» en buen puerto; desgraciadamente somos un país mojigato donde se esconden algunos para hacer daño a gente que realmente Vale un Perú! Salud con un buen shot de Pisco!!!

    • Gustavo Rodríguez

      ¡Salud, querido Borisinho!
      ¡Un gran abrazo!

  10. Luis Alberto Ynoñan V.

    Sincero y excelente artículo Gustavomñ.

    • Gustavo Rodríguez

      Muchas gracias, Luis. ¡Un abrazo!

    • Jajajajaja despertaste a una sociedad llena de suciedad, gracias por obligar a pensar y así utilizar ese órgano largamente olvidado. El miedo a la libertad y al ejercicio de tu ciudadanía es tan ancestral y peligrosa para toda esta dirigencia y aspirante a lo mismo que todos empujan para la destruccion cotidiana de la educación y por ende la salud. Seres no pensantes ,ignorancia por rebaño( ya alcanzamos?)país medioeval? Aveces pienso que el tipo que asesino a su pareja a golpes…. tal vez si se hubiera fumado un canuto se hubiera matado de risa y no matar a su pareja.. pero al rato digo: es apología y lo borro y es un mal ejemplo. Me encantaría decirte que sigas destruyendo la compleja sinapsis de excremento inorganico que produce este sufrido país mientras otros crean desde la libertad de ser lo que te venga en gana… pero llegue ala conclusión que ni eso producen por qué llegaron tarde a la repartición y solo recibieron un recipiente óseo y vacío hasta de resonancia. Sigue cumpliendo eso Gustavo… que en la vida solo eres un hombre, pero cuando escribes eres lo más cercano a Dios y al Niño que todos fuimos.

  11. Gino Rodriguez Arnaiz

    Celebremos! Gracias a Daniel Olivares se ha dado el primer paso para salir del closet en ese sentido. Puedo dar fe que fumarse un buen “tronchito” en su momento personal que a lo mas solo puede engordar.

    • Gustavo Rodríguez

      Engordar con el «bajadón», imagino.
      ¡Gracias, Gino!

    • Valeria Vela

      Nada mejor resumido. Honesto, directo y polémico.

        • Patty Fuentes

          Mi padre hasta sus últimos días era cocaínomano, su lucidez e inteligencia nunca menguaron, se convirtió en unos de los autores más reconocidos.
          Que humana tu apreciación.
          Ahora me volveré adicta a lo que escribas.
          Gracias

          • Gustavo Rodríguez

            Un abrazo, Patty.
            Muchas gracias por el afecto.

  12. Juan

    Bien dicho. Los dobles discursos Gustavo. Un abrazo.

  13. contacto

    Asi es, lo que esta sociedad es , es que es muy muy ignorante e hipocrita…. MAo Tsetung dijo: Si no sabes de algo entonces no debes opinar…

    Pero en esta sociedad tan llena de prejuicios, ignorancias, eso es utopico

    Yo he probado drogas fuertes, hasta cocaina y alguna vez me dieron hasta pasta basica, y conozco a los que la siguen consumiendo, son mis amigos, ellos me respetan cuando yo les digo que no quiero o me alejo para seguir en mi mayor adicciòn, a esta si le tengo miedo y hasta ahora no me la puedo sacar de encima, me domina, me encanta, me engancha: Soy Adicto al trabajo.

    Las drogas en exceso o como estilo de vida, son sintomas claros de evasiòn de alguna realidad que no es tolerable por la persona, producto de algun trauma o carencia. Eso es todo.

    • Gustavo Rodríguez

      Querida Inés, hoy y siempre, ¡como siempre!

  14. A los que no fumamos marihuana nos tiene sin cuidado si Olivares fuma o no. Su confesión de fumador de marihuana fue para que nos olvidemos del lapsus de Úrsula Moscoso que dijo que la Fiscalía era parte del Ejecutivo. Puro cálculo político de un partido con gente improvisada.

  15. Carlos Ñaupari

    Muy lúcido artículo, Gustavo! La droga no es el punto. Eso se puede debatir en varios planos. Sino, mirar a los demás como si nos mirásemos a nosotros mismos. Y cuestionar, comprender, e incluso estar en desacuerdo. Pero con inteligencia y apertura. No disparar primero y preguntar después.
    Un abrazo!

    • Gustavo Rodríguez

      Un abrazo, Carlos, ¡muchas gracias!

  16. Lucia

    Gracias, que bien leer algo sensato entre tanta insensatez, violencia verbal y odio, pero sobre todo entre tanta hipocrecia

    • Gustavo Rodríguez

      Muy generosa, Lucía. Un abrazo.

  17. rodolfo cornejo

    Siempre interesante Gustavo. Es el juego de la doble moral, pero en este caso concreto «trenzado» a la coyuntura política. Te leo desde hace un tiempo. He leído tus «traducciones peruanas», La semana tiene siete mujeres.

    • Gustavo Rodríguez

      Rodolfo, te agradezco mucho la
      compañía. Un fuerte abrazo.

  18. Tania

    Totalmente cierto; tanta hipocresía … Excelente artículo.

  19. Ana María Díaz

    Excelente nota Gustavo! Totalmente de acuerdo, necesitamos dejar tanta hipocresía e ignorancia para poder ser libres.

  20. Ana Ibarra Pozada

    Muy acertado, coincido contigo en somos un país con 30 años de atraso, blindar a Alarcón un lumpen de ligas mayores, eso si es gravísimo, somos muy pacatos, hay muchos congresistas que deberían leer para expresarse mejor, ahí podrían dirigir sus energías y atención.

    • Gustavo Rodríguez

      Justo pensaba en Alarcón cuando mencionaba a la Comisión de Ética.
      Gracias como siempre, Ana.

    • Gustavo Rodríguez

      Qué generoso. Muchísimas gracias.

  21. Luís Fernández A

    Habría que escandalizarse de varios temas, no solo de hacer público el hábito de fumar marihuana, e incluir a la familia como respaldo. Las frases tan bien diseñadas de G. Rodriguez, podrían inducir a suspender el análisis. Es como mandar callar en vez de dialogar. En todo casi podría desviar la atención de lo sustancial.
    Hace mucho se ha demostrado que, para algunas personas, el consumo de mariguana afecta significativamente funciones cerebrales importantes. Aquí información reciente: Journalist of neurocience.
    A partir de ello creo que, si una figura representativa, afirma que consume marihuana hace más 20 años, sin alertar de los riesgos para ciertas personas, lo hace por ignorante (no estudiar el tema) y/o por irresponsable. Conozco casos de cerca de lo serio que puede resultar el pasar por alto este en tipo de alertas. No creo que deben acallarse.

    https://www.jneurosci.org/content/39/42/8250

  22. Luis Carracedo

    Yo creo que ya está bastante grandecito, por mi puede tomar pisco, chelas, ron, meterse todos los tiros que quiera, fumar lo que quiera, lo que me parece que esta mal es que fume su troncho en plena sesión del congreso y si era marihuana , el mismo se lo dice a Guzmán en el corto que pasaron en la televisión.

  23. Carlos Iván Maldonado

    Apreciado Gustavo: creo que tienes toda la razón al decir que el Congreso no investiga a aquellos congresistas que delinquen contra la sociedad, para muestra vaya un botón. Un congresista ha presentado un proyecto de ley para que el Estado indemnice a las universidades que no han sido licenciadas y en consecuencia tendrán que cerrar. Definitivamente detrás de ese proyecto de ley hay gato encerrado (o felino en cautiverio, como decía un amigo). Abundando: de 95 universidades privadas, 47 no alcanzaban el mínimo académico exigido.
    Ahora yendo al asunto de los porros: ¿Olivares solo volaba en la intimidad de su hogar o también en la intimidad del Congreso?. Algún efecto le han de producir sus porros por cuanto de los contrario no perdería el tiempo desde hacen 20 años. ¿Y si lo hacía en el Congreso, esto le avivaba la mente para legislar mejor?. Esto solo nos lo podría responder Olivares y recordando ese viejo comercial de un tinte para cabello, «solo su peinador lo sabe de seguro».

    • gr

      Carlos Iván, muchas gracias por tus comentarios.
      No sé si Olivares fumaba en sus ratos laborables, lo que sí es interesante anotar es que muchísimos que serían «no fumadores» igual resultaron tremendamente nefastos.

      Un abrazo.

  24. Milu Molleda

    Valiente artículo y admirables confesiones personales Gustavo! te dejo un virtual abrazo y el deseo que la mente peruana sea invadida por una ola de claridad y empatía.

    • gr

      Muchas gracias, Milu. Un abrazo agradecido para ti.

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