8M: Día de todas las mujeres


¿De qué luchas hablamos cuando conmemoramos esta fecha?


El día de ayer le pedí a mis amigas que me reenviaran los mensajes que estaban recibiendo por el Día Internacional de la Mujer. El resultado fue el esperado: frases cursis celebrando su condición de mujer, su capacidad de ser madres, su delicadeza. Imágenes de mujeres que cumplían con todos los estereotipos de belleza existentes en nuestra sociedad. Muchas flores, letras cursivas y color rosado.

           En los últimos años ha habido un esfuerzo notable por parte de las organizaciones y activistas feministas que buscan generar conciencia sobre el verdadero significado de este día. Un día de reflexión y lucha. Pero, como vemos, aún falta bastante. 

           Junto con acabar con la frivolización de este día, uno de los principales retos como sociedad es asegurar que no se hable de “la mujer» como si se tratase de un único sujeto homogéneo, pues ello deja de lado diferentes características y anhelos individuales, así como las luchas específicas de determinados grupos de mujeres en situaciones de vulnerabilidad.

           El 8 de marzo es, en realidad, el día de todas las mujeres.

           Es el día de las mujeres con discapacidad. Más de 1.700.000 peruanas viven bajo esta condición y en una sociedad que no toma en cuenta sus necesidades. Ellas son más vulnerables al acoso callejero, al hostigamiento laboral, a la violencia familiar. Muchas de ellas hoy lideran la lucha para evitar un inexplicable cambio de la ley de personas con discapacidad

           Es el día de las mujeres migrantes –peruanas y extranjeras– que deben lidiar con el intrínseco racismo y la creciente xenofobia en el Perú. Las que intentan llegar a nuestro país en busca de una vida digna ahora enfrentan, además, las consecuencias de las medidas de “mano dura” (cierre de la frontera, imposibilidad de regular su situación migratoria) que las ponen en enorme riesgo, pues las empujan a redes de tráfico y a la explotación de personas.

           Es el día de las mujeres trans, cuya identidad es violentamente cuestionada cada día. Mujeres con una esperanza de vida de 35 años debido a la exclusión y discriminación a la que son sometidas en la escuela, en sus hogares y en la búsqueda de un empleo digno.

           Es el día de las mujeres indígenas, discriminadas por su lengua materna y acostumbradas a una exclusión estructural. Mujeres que, pese a todo ello, cumplen un rol fundamental a la hora de sacar adelante a sus familias y comunidades.

           Es el día de las mujeres que son madres adolescentes. Las que no tuvieron una educación sexual integral en la escuela o fueron víctimas de un abuso. A las que el Estado falló al negarles el acceso a métodos anticonceptivos o a un aborto en condiciones dignas. 

           También es el día de las que abortan en la clandestinidad que impone esta sociedad hipócrita. Muchas de ellas mueren por decidir sobre su propio cuerpo.

           Es el día de las mujeres lesbianas y bisexuales, cuya condición de mujer es puesta en duda por no cumplir con los estándares impuestos por una sociedad machista. Mujeres cuyas familias no son reconocidas por el Estado, que de esta forma pone en riesgo sus proyectos de vida.

           Es el día de las mujeres trabajadoras del hogar, de las que realizan trabajo doméstico no remunerado, de las trabajadoras sexuales, de las que ganan menos que sus colegas hombres. De las mujeres que no desean ser madres. De las que quieren ser madres, pero no esposas. De las que cumplen el rol de padre y madre para sacar a sus hijos adelante. Es el día de las mujeres adultas mayores. De las que están en situación de calle. De las que se organizan contra la miseria.

           Es el día de las mujeres que escaparon de la violencia, y de las que todavía no pueden hacerlo. 

           Es el día de todas esas mujeres. De todas las mujeres. No por ser hijas, madres, hermanas o esposas. Su valor, dignidad y derechos no dependen de su relación con otros. Le pertenecen a ellas por ser, por existir, y deben respetarse. Y ese respeto pasa también por aceptar su diversidad, reconocer sus diferentes luchas y los retos que ello plantea.

4 comentarios

  1. Pilar

    Todas las mujeres y todos los hombres estamos obligados a reflexionar sobre lo que en nuestra sociedad hace falta para lograr un país con derechos y oportunidades iguales para todos! Seguiremos luchando desde nuestros lugares por esas metas.

  2. Guiomar

    Me parece importante el hecho de recordar a las mujeres pertenecientes a minorías que son olvidadas pero que siguen en lucha. Muchas veces no las tomamos en cuenta y por eso es importante ser consciente de nuestros privilegios y usarlos para ser la voz de las que no son escuchadas.

  3. Nombrecompuesto

    Es importante resaltar el hecho de que es una lucha de todas, una lucha por sus derechos más no la defensa de, porque muchas de ellas, no los poseen. Muy de acuerdo con todo lo que dijiste Alberto. Esta lucha por nuestros derechos no debe parar, y todos deberíamos ser partícipes, tanto hombres como mujeres.

  4. Rocio

    El cambio deberia empezar en casa. No diferencias en trato a los hijos por su genero. Y deberiamos censurar publicamente la publicidad sexista o machista. En vez de criticar de lo que hay, simplemente dejar de consumir estas fuentes de mas ignorancia.

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