4 pasos para no enloquecer en redes sociales


Manual para dejar de consumir miedo, odio y desinformación en esta segunda vuelta


De más estaría describir aquí el contexto dificilísimo en el que nos encontramos ante esta inesperada segunda vuelta. Cada uno lo tiene muy presente en su día a día. 

            Y las redes sociales no nos están ayudando.

            Desde esa maquinaria de fake news que suelen ser los grupos familiares en Whatsapp, pasando por el amigo en Facebook que pasó de la indiferencia electoral al súbito fanatismo por una candidatura, hasta las peleas ad hominem de Twitter, ninguna red social se salva. Incluso Instagram y TikTok, que solían ser oasis amables llenos de fotos familiares y vídeos divertidos, se han llenado de mensajes cargados de frustración que poco ayudan a nuestra salud emocional.

            Frente a ello, quiero compartir algunos consejos para intentar que nuestro consumo en redes sea menos tóxico. Suficiente tenemos con la realidad para que la virtualidad sea igual de complicada.

Primero: Filtra sin roche. 

            La vida es muy corta para estar escuchando audios con conspiraciones inverosímiles, viendo fotos trucadas, leyendo publicaciones llenas de odio, o discutiendo por horas con personas que no quieren conversar, sino solo decir qué es lo que tienes que hacer. 

            Las redes te ofrecen varias opciones para evitar esto. La más directa y efectiva es eliminarlas de tu lista de amigos o contactos. Pero si no quieres algo así de frontal, tienes opciones intermedias. Facebook te permite “dejar de seguir” a alguien, que no es lo mismo, pues seguirá siendo tu amigo en la red social, solo que ya no te aparecerán sus publicaciones. Lo mismo se puede hacer en Twitter y en Instagram: silenciar los tuits, posts o historias de alguien a quien no quieres eliminar completamente.

            En Whatsapp puedes salirte del grupo. O, si lo prefieres, puedes silenciarlo para que no te aparezcan las notificaciones. Puede ser por 8 horas, 1 semana o el límite que prefieras.

            Si la situación requiere medidas más drásticas, todas las redes te dan la opción de bloquear a un contacto para evitar que esa persona pueda hacer cualquier interacción contigo o vea lo que publicas. Además de ello, te permiten denunciar contenido. No tenemos por qué tolerar comentarios racistas o que hacen apología al odio. Al denunciar, permites que las redes sociales intervengan para asegurar que no se estén vulnerando los términos del servicio. Además de sentirte bien, ayudarás a que la experiencia en esa red sea mejor para todos.

Segundo: Escoge bien qué quieres consumir.

            Es perfectamente válido que no quieras sobrecargarte de información electoral a través de tus redes sociales. Cada uno decide cómo las usa. Puede ser que solo quieras ver fotos de tus familiares, seguir páginas de comedia, ver videos de mapaches, o consumir páginas especializadas. Tus redes, tu decisión. 

            Sin embargo, si deseas aprovechar el espacio para informarte y tener más elementos para decidir qué diablos hacer con tu voto, te recomiendo seleccionar con precisión las fuentes a seguir. Puedes elegir un par de diarios o noticieros en los que confíes. También existen fuentes alternativas de información que son muy valiosas en esta coyuntura. La Encerrona, por ejemplo, es un noticiero independiente conducido por el periodista Marco Sifuentes. Puedes seguirlo prácticamente en cualquier red social. Otra fuente de información útil es “Una politóloga”, cuenta de Instagram de la politóloga Marisol Cuellar que presenta “en sencillo” gráficos con valiosa información coyuntural. También está el Comité de Lectura, que realiza newsletters y también podcasts muy interesantes donde invitan a especialistas en cada materia.

            Y así, hay varios ejemplos más. También siempre hay amigos o familiares que publican contenido valioso, sin ánimo de imponer una opinión. Es cuestión de explorar un poco y escoger las fuentes que nos dan buena información (y no se dedican solo a confirmar determinados sesgos). Calidad sobre cantidad.

Tercero: No te gastes en discusiones online.

            Por más que seamos rigurosos y diligentes en los dos primeros pasos, igual estaremos expuestos a opiniones inflamadas y activismos desmesurados. Es inevitable en tiempos electorales. Mi consejo es que no te sumerjas en eso. La evidencia sugiere que no lograrás convencer a quien realizó esa publicación de que está equivocado. Así tengas mucha evidencia. Gastarás tiempo y energía, y al final probablemente lo único que generes es un resentimiento. Si realmente te preocupa o importa lo que la otra persona ha puesto y se lo quieres decir, escríbele por privado y tengan una conversación adulta. El tono, la familiaridad que se puede expresar, y las características propias de un intercambio así harán que haya menos posibilidades de que las cosas se salgan de control, como ocurre en las discusiones en línea. 

Cuarto: No caigas en las fake news.

            Se ha escrito mucho sobre el fenómeno de las noticias falsas. Están diseñadas para que se difundan como reguero de pólvora. El “miente miente que algo queda” llevado a extremos inimaginables hace algunos años. ¿Qué hacer? La BBC ha publicado una guía básica para identificar noticias falsas, con 5 consejos fáciles de seguir: 

            -Tómate un minuto y piensa. No te creas la noticia ni compartas el texto de inmediato.

            -¿Te causó una reacción emocional muy grande? Desconfía. Las noticias inventadas se diseñan para causar grandes sorpresas o rechazo.

            -¿Confirma alguna convicción que ya tenías? También es una técnica habitual de las noticias inventadas. Desarrolla el hábito de desconfiar e investigar.

            -¿La noticia está «pidiendo» que creas en ella o «muestra» por qué desconfiar? Cuando una noticia es cierta, es más probable que cite fuentes, que incluya enlaces y que cite documentos oficiales (es decir, que sea transparente).

            -Producir un reportaje tan pronto como acontecen los eventos toma tiempo y exige profesionales cualificados. Desconfía de las noticias «bomba» en el calor del debate.

            La guía de la BBC también incluye algunos pasos adicionales que podemos tomar. Por ejemplo, leer la nota entera y no solo el titular, averiguar la fuente, buscar el titular en Google. 

            Utilicemos un ejemplo práctico. En la primera vuelta de 2016 –y durante la reciente primera vuelta de este año– circuló en redes una supuesta foto de Verónika Mendoza visitando la Casa de Abimael Guzmán (¿cómo se sabía que era supuestamente su casa? Había un letrero que así lo indicaba). Una evidente paparrucha que igual se viralizó. Apliquemos alguno de los consejos de la BBC a través de preguntas básicas: ¿Cómo así existe una “Casa de Abimael Guzmán” abierta al público, como si se tratase la casa de Ernest Hemingway en Key West? Raro, ¿no? ¿Por qué la foto no tiene fuente? ¿Por qué una noticia tan escandalosa no ha salido en los noticieros y mi amiga del yoga tiene la exclusiva? ¿Por qué alguien cometería la gran estupidez de tomarse una foto así? ¿Qué pasa si pongo en Google “Veronika+Mendoza+casa+Abimael”? Ya solo con eso último sabremos de inmediato que se trata de una foto groseramente manipulada, desmentida hace tiempo. 

            Lo mismo debemos hacer con los videos. Hay contenido audiovisual que parece producido de manera muy profesional, lo que hace que lo tomemos como información de fuente confiable. Duden siempre. En especial si no se trata de una de sus fuentes de confianza.

            Y los audios de Whatsapp, ni qué decir. Salvo que conozcan a la persona que habla en el audio (ojo, no a la persona que lo envía), no le hagan caso. Es la forma preferida para difundir conspiraciones. Siempre hay una “hija de marino”, un “funcionario anónimo de la ONPE”, o un “policía en retiro” que supuestamente comparte información alarmante con un familiar vía Whatsapp y, oh sorpresa, el audio se filtra. Ni pierdan el tiempo buscando fuentes alternativas, con toda seguridad el audio es falso.

            Y así, con estos cuatro pasos podemos intentar tener una mejor experiencia en redes sociales durante esta turbulencia. Son tiempos muy difíciles los que vivimos y esta segunda vuelta nos tiene reservada semanas de mucha tensión y ansiedad. Lo mejor que podemos hacer es cuidar nuestra salud emocional.

3 comentarios

  1. Julio

    En Twitter funciona hacer listas. En Instagram funciona el ‘no estoy interesado’. En Facebook recomiendo no dar likes a temas políticos, el algoritmo es más intenso (aumenta el sesgo). En Whatsapp silencia grupos, no personas. No uso TikTok pero seguro es el más intenso de todos.

  2. Elohim

    Gracias, Alberto. Lo usaré para abrir una discusión en mi clase de Comunicación Política.

  3. MLAlayza

    Excelentes consejos, una obligación ponerlos en práctica, si queremos estar en paz!

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